El síndic de greuges de Barcelona ha reclamado al Ayuntamiento de Barcelona que busque soluciones urgentes para los asentamientos de chabolas de Vallcarca. En un comunicado, la sindicatura reclama, por un lado, que se terminen las actuaciones urbanísticas pendientes en el barrio, algunas congeladas desde 2002, y también quiere que los servicios sociales tengan una implicación más activa para establecer “relaciones de confianza” con los vecinos que viven en los asentamientos.
“Las condiciones de vida en que se encuentran pueden constituir una vulneración de derechos y un riesgo para los que allí viven, especialmente para los niños”, asegura el síndic. En general, valora de manera “positiva” la labor de los servicios sociales, pero critica que solo actúen con las “personas y familias que acceden a estos servicios de manera voluntaria”. Por eso reclama una presencia “continuada” de los equipos municipales.
Los asentamientos generan polémica en Vallcarca
La proliferación de asentamientos en el barrio ha generado quejas vecinales, sobre todo de las asociaciones más conservadoras, que reclaman el desalojo de los solares sin proponer ninguna alternativa para las sesenta personas que allí viven. El síndic pide al Ayuntamiento que intensifique el diálogo con los habitantes de los asentamientos y las asociaciones que los apoyan para encontrar soluciones que vayan más allá de la respuesta policial.

Como ocurre en muchos otros asentamientos de chabolas de la ciudad, en los de Vallcarca vive mucha gente que no tiene papeles y que se dedica a la recogida de chatarra. Desde la asociación de vecinos Som Barri, mayoritaria en Vallcarca, reclaman al Ayuntamiento que busque soluciones definitivas para los ocupantes, ya que hasta ahora solo les han ofrecido alojamientos temporales en caso de desalojo.
Precisamente este lunes el Sindicato de Vivienda de Vallcarca ha celebrado la primera asamblea de chabolistas de Barcelona. En Vasile, vecino del barrio, explicó que su familia se dedica a la recogida de chatarra y defendió que todos los adultos del asentamiento trabajan y los niños están escolarizados en el barrio. La reivindicación de los vecinos de los asentamientos es poder acceder a un alquiler asequible en algún piso público, como los que el Ayuntamiento tiene vacíos en la avenida Vallcarca, a pocos metros de las chabolas.
Som a punt de començar: una quarantena de persones de diversos barris de la ciutat a la primera assemblea de barraquistes de Barcelona #SolucionsSocialsNoPolicials pic.twitter.com/6T0v8DrfUl
— Sindicat d'Habitatge de Vallcarca (@HabitatgeVKK) December 18, 2024
Hacer un censo de chabolistas, tarea pendiente
Otra de las peticiones del síndic de greuges es que el distrito de Gràcia, a través de la Mesa de Asentamientos, haga un “censo de las personas que viven en los asentamientos y en los infrahabitajes para disponer de una información más amplia y actualizada, y así planificar de manera más adecuada las actuaciones que se realicen”. La falta de información fiable es una constante en todos los asentamientos que hay en la ciudad.
Esta semana se ha sabido que en Barcelona hay unas 500 personas que viven en asentamientos de chabolas o locales comerciales ocupados, según datos oficiales del Ayuntamiento. El problema, denuncian las entidades sociales, es que el registro que hace el consistorio tiene muchas limitaciones y mucha gente queda fuera del radar municipal porque hay mucha movilidad. Fuentes municipales defienden que la recogida de datos busca obtener una “tendencia” más que una radiografía de “detalle” de la problemática.




