Hace más de dos décadas, desde noviembre de 2001, que el Palacio del Cinema, dejó de proyectar películas. La sala, propiedad de la empresa Balañá, ha estado todo este tiempo en desuso. Pero, después de tres años de obras, el edificio podría tener pronto una nueva vida. El edificio catalogado -con el nivel C, bien de interés urbanístico– albergará oficinas y unos bajos comerciales bastante grandes. Situado en la Vía Laietana, 53, una calle que se está reformando, el inmueble ya luce con la fachada histórica recuperada.
En conversación con el TOT Barcelona, el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes de la Vía Laietana, David González, explica que la parte de las oficinas ya está terminada, aunque la entidad no sabe si será una o varias las empresas que se instalarán en el antiguo cine. Los bajos comerciales del equipamiento es la parte más retrasada de la obra, con planta baja y sótano. «Serán muy grandes, de cerca de 3.000 m². Ahora mismo están vacíos. No sabemos si están esperando alquilar el espacio para hacer la remodelación», subraya.
Una licencia para hacer una gran rehabilitación
La reforma del Palacio del Cinema la ha impulsado la inmobiliaria Verpe y el proyecto lo ha realizado el estudio de arquitectura de Damián Ribas. En su momento, el Ayuntamiento explicó que la petición de licencia era para hacer una gran rehabilitación y destinar la parte superior del equipamiento a oficinas y el local a pie de calle a usos comerciales. El proyecto obligaba a preservar la fachada. Ahora, desde el consistorio comentan que la licencia de obras está concedida y en marcha y que el uso que tendrán las plantas piso será de oficinas.

Del Pathé Palace al Palacio del Cinema
La historia del edificio como cine se remonta al 31 de marzo de 1923. Ese día, en la Vía Laietana, 53 abrió el Pathé Palace, que se estrenó con un programa doble Florian da en el blanco y La mujer del faraón. Durante la Guerra Civil, el cine fue colectivizado por la CNT, recuerda el blog La Barcelona de antes. Después del conflicto bélico, la sala reabrió y en junio de 1940, el nombre del Pathé Palace se cambió por Palacio del Cinema. El 31 de marzo de 1961, la sala se incendió. El fuego destrozó todo el cine, pero a la fachada no le pasó nada. La remodelación se hizo muy rápidamente y el cine reabrió el 20 de octubre de 1962. Desde 1977 hasta que cerró, en noviembre de 2021, el Palacio del Cinema formó parte de la cadena Balañá. En enero de 2011, el cine fue ocupado durante los días previos a una huelga general, y en junio de 2013, cientos de personas entraron para hacer una proyección de Ciutat morta, el documental sobre el caso del 4F. En el camino, ha quedado la intención de Balañá de convertir el Palacio del Cinema en multisalas.

El renacimiento del Palacio del Cinema solo es uno de los edificios de la Vía Laietana que se recuperan coincidiendo con las obras de remodelación del eje. En enero de 2024, la inmobiliaria Laborde Marcet indicaba que el avance de la reforma de la calle había permitido revertir el cierre de negocios y la Vía Laietana era un eje comercial con mucha proyección.
Ahora, el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes añade que se está volviendo a invertir en la Vía Laietana y locales y edificios que estaban en desuso vuelven a tener actividad o la tendrán en un futuro, y espera que finalmente la Vía Laietana vuelva a tener tráfico de subida y de bajada -aunque de subida el proyecto no lo contempla- cuando la remodelación se termine en el verano de este año, si no hay retrasos. El junio pasado, el TOT ya explicó que un juzgado de Barcelona tumbó la reforma planteada por el Ayuntamiento. La sentencia concluye que la tramitación del procedimiento del proyecto urbanístico no fue la correcta y para llevar a cabo la pacificación habría sido necesaria una modificación del Pla General Metropolità (PGM), lo cual no se hizo. El Ayuntamiento ha recurrido contra la decisión judicial.
La inauguración del edificio de CCOO
El noviembre pasado, por ejemplo, se inauguró el nuevo edificio de CCOO, en la esquina con la calle de la Argenteria, después de 15 años agonizando. También está previsto que Núñez y Navarro reforme la antigua sede central de la Caixa, en la calle de Jonqueres, 2, esquina con la Vía Laietana. Fuentes de la constructora explican que ahora mismo se está haciendo una limpieza interior, pero la rehabilitación aún no ha comenzado. Según Núñez y Navarro, el proyecto aún no está asignado y el Ayuntamiento confirma que no hay solicitada ninguna licencia de actividades. El edificio es obra de Enric Sagnier y se construyó entre los años 1920-1922. De estilo modernista, es un bien cultural de interés local. La constructora compró el edificio a Colonial en 2002 por 25,2 millones de euros y la intención inicial era hacer un hotel, pero el proyecto chocó con el Plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (PEUAT), que vetaba hacer más establecimientos hoteleros en el centro de la ciudad, entre otras prohibiciones.
Otro edificio que se ha recuperado es el de Vía Laietana, 26. Se trata de la Casa Bartomeu Trias, construida hace un siglo por Francesc Guàrdia Vial y reformada por Núñez y Navarro. Bautizado como Pier 07, ofrece unos 6.000 m², divididos en ocho plantas, para proyectos innovadores y funciona como un hub empresarial vinculado al ámbito de la salud y ciencias de la vida. González menciona también la apertura de un centro de cotrabajo en la parte final de la Vía Laietana y el hecho de que el Palau de la Música Catalana se ha quedado un local con fachada a Vía Laietana para ticketing y otras actividades.

A la espera del ‘hub’ empresarial en la finca de Correos
Uno de los proyectos más esperados pendientes de recuperarse en Vía Laietana es el del edificio de Correos. Hace más de dos años se firmó el convenio para recuperar la finca y convertirla en un hub empresarial y de atracción de talento vinculado a las nuevas tecnologías y a la digitalización. Lo firmaron la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, propietaria del inmueble, el Ayuntamiento de Barcelona y el Consorci de la Zona Franca, que se encargará de la gestión y explotación. La idea era que el centro abriera en 2025 y trabajaran allí unas 1.500 personas, pero la propuesta se encuentra paralizada por el diferente valor de las tasaciones hechas, entre 18 y 20 millones (según los estudios hechos por el Consorci) y más de 50 millones (según Correos), han explicado fuentes del Consorci. Como ente público, el Consorci no puede pagar más de la cantidad en la que ha tasado el inmueble y ahora está a la espera de si puede negociar la compra del edificio a un precio razonable o acordar una cesión de uso a largo plazo con Correos porque la inversión que se deberá hacer será elevada. Desde el Consorci reiteran su interés en desarrollar el proyecto y en este sentido tiene presupuestado para 2025 los importes necesarios para afrontar una posible compra.