Pequeño giro de guion con la reforma de la Meridiana, que este martes ha despejado muchas dudas. El gobierno de Jaume Collboni asegura que el compromiso por la “reforma integral” de la Meridiana es “firme”. Es decir, que la fase II, que transformará el tramo entre Felip II y la estación de Fabra i Puig y que comenzará, tal como ya se había anunciado, el primer trimestre de 2025, no será la última. Durante este mandato, dice el ejecutivo, se redactará el anteproyecto de la fase III, que llega hasta el Puente de Sarajevo. Aún más, algunos técnicos municipales apuntan que la idea es tener este proyecto básico “terminado y aprobado a mediados de 2026” y detallan que incluso podría haber un proyecto ejecutivo —que detalla el plan— para “continuar cuando lleguen las obras a Fabra i Puig”.
El gobierno municipal también se compromete a hacer los “estudios previos” del resto de la obra hasta Vallbona, toda una declaración de intenciones que hasta ahora no estaba presente. “Se estudiará durante el mandato”, había apuntado siempre la primera teniente de alcaldía y responsable de urbanismo, Laia Bonet, cuando se le ha preguntado por la reforma más allá de Fabra i Puig. En todo caso, el compromiso del Ayuntamiento es, en palabras de la arquitecta en jefe municipal, Maria Buhigas, “no detener la reforma”. “Mientras esté sentada en esta silla el proyecto continúa con todas las tareas para que podamos garantizar que la maquinaria seguirá haciendo de la Meridiana una realidad”, dijo el martes a los vecinos, remarcando, eso sí, que el papel y el dinero, que deben estar aprobados, tienen caminos separados.
Inicio del siguiente tramo en 2025
Las obras del tramo que comienzan a cambiar el próximo año, entre Felip II y Fabra i Puig, tendrán una duración de 18 meses y un presupuesto de 26 millones de euros. Las obras llegan unas semanas más tarde de lo previsto; el Ayuntamiento tenía el plan de hacer las obras del tramo II por fases, pero el compromiso es ahora hacerlo todo de una vez, lo que ha obligado a buscar un recorrido alternativo para las bicicletas que ha costado encontrar. Finalmente, se ha decidido que, de forma provisional, las bicis se desviarán por la calle de Concepció Arenal, que tendrá un carril cambiante, con tramos de 2,3 metros de anchura, de 2 metros y otros compartidos con el resto de vehículos.

Este tramo de la Meridiana también apuesta por más arbolado y más pasos de peatones, que pasan de los 9 actuales a 15. En la línea de las obras anteriores, también hay una reducción de carriles, pero el hecho de que haya diferentes paradas de autobuses interurbanos hace que, a la altura de Garcilaso, se cree un doble carril bus adicional que permitirá detener entre siete y ocho autobuses, urbanos e interurbanos.
La idea es delimitar en el suelo qué espacio forma parte de la parada, diferenciando una zona específica para las paradas y otra para paseo. En todo caso, una idea que continúa sin convencer a los vecinos de la zona. En estos momentos, los vecinos están hartos de que decenas de usuarios colapsen, en hora punta, este tramo de la Meridiana.

Cuando las obras hasta Fabra i Puig hayan terminado, el Ayuntamiento habrá transformado tres kilómetros de Meridiana, unos 160.000 metros cuadrados de espacio, y se habrá gastado 56 millones de euros. Según Bonet, el tramo ya reformado ha permitido una reducción de 19.400 vehículos diarios.