En los últimos años el precio del alquiler en Barcelona se ha disparado hasta el punto de que en muchos rankings la capital catalana se sitúa como la más cara del estado. La mayoría de estamentos considera que uno de los factores que ha contribuido en mayor grado a este aumento de los precios es la proliferación de los pisos turísticos en la ciudad desde hace más de una década. Sin embargo, según un estudio presentado por Forcadell este miércoles, «el aumento del precio del alquiler no está relacionado con el crecimiento del número de viviendas de uso turístico» en Barcelona. Según la inmobiliaria catalana, el efecto sobre los alquileres regulares es muy limitado porque las viviendas turísticas han mostrado un aumento moderado de la oferta en los últimos años. Además, recuerdan que «el parque de viviendas destinado a la explotación turística es escaso» en la capital catalana y añaden que el precio del alquiler también ha experimentado un gran aumento en municipios con una reducida presencia de pisos turísticos.
Por otro lado, Forcadell también añade que si se redujeran los pisos turísticos en Barcelona no habría, en ningún caso, un aumento de la oferta de viviendas de alquiler convencional. Para ejemplificar este conflicto, la inmobiliaria recuerda que entre 2014 y 2024, periodo en el cual se redujeron las licencias para pisos turísticos, el importe del alquiler en la ciudad aumentó un 76,3%.

Los pisos turísticos serían vendidos
De hecho, Forcadell apunta que si se eliminan los pisos turísticos en Barcelona, el destino de la mayoría de las viviendas «no sería el arrendamiento convencional, sino la venta», ya que la rentabilidad es «escasa» debido al control de precios existente y al traslado de la inversión a otra ciudad donde continuará habiendo posibilidad de abrir pisos turísticos. En esta línea, la compañía catalana considera que el control de los precios del alquiler y las nuevas leyes que pretenden convertir los contratos de arrendamiento de temporada en convencionales son ejemplos de medidas equivocadas. Es por eso que recuerdan que en Cataluña, el precio del alquiler ha aumentado tanto en los contratos vigentes, como en la renovación de los acuerdos entre los pequeños propietarios y los inquilinos, en la gestión efectuada por los grandes tenedores y en el traslado de viviendas desde el alquiler convencional al arrendamiento de temporada.
Por otra parte, apuntan que el importe del alquiler ha alcanzado máximos históricos en todas las capitales españolas este año «y está en subida libre». Un aumento de precios que no se detendrá este 2024, sino que de cara a 2025 podría volver a romper récords en gran parte de las ciudades catalanas y españolas. Un hecho que provocará, según Forcadell, que gran parte de los jóvenes tengan que renunciar a alquilar una vivienda y conformarse con una habitación, siendo los más afectados una sustancial parte de los inmigrantes y hogares con menos ingresos. Es por eso que la inmobiliaria cree que de cara a 2025 «un gran auge del mercado de habitaciones» y «la aparición de un mercado negro» allí donde se aplique un control de precios de alquiler.
