Los habitantes del asentamiento del barrio de Vallcarca, que llevan más de una década viviendo allí, se preparan para un «posible desalojo inminente» después de que el Ayuntamiento haya recibido una autorización judicial para poder realizar una inspección técnica en el espacio. Así lo han hecho saber a través de un video que han difundido en las redes sociales, en el que han avisado que, a pesar de los movimientos del gobierno de Jaume Collboni, «la resistencia continuará». Sin embargo, fuentes del consistorio consultadas por la Agencia Catalana de Noticias (ACN) aseguran que la inspección a la que les ha autorizado la justicia no tiene por objetivo desalojar el espacio, sino evaluar con «parámetros técnicos» el estado de estas instalaciones, las condiciones de salubridad existentes y los posibles riesgos para las personas.
A pesar de los argumentos del consistorio, los afectados acusan al Ayuntamiento de Barcelona en general y, en particular, a la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, de querer desalojar los asentamientos donde, según dicen, residen «unas setenta personas desde hace diez años». De hecho, en el video publicado conjuntamente por la Asamblea Libertaria Heura Negra, el Sindicato de Vivienda de Vallcarca y la entidad vecinal Som Barri, han denunciado que han mantenido varias conversaciones con la administración barcelonesa, pero que no les han facilitado ninguna alternativa al respecto. Teniendo en cuenta esta falta de entendimiento, los afectados consideran que la inspección técnica -la cual se puede llevar a cabo hasta el 22 de febrero- puede terminar comportando un «desalojo inminente».
Un motivo de resistencia
Los vecinos del asentamiento denuncian que el desalojo de este espacio, convertido en un símbolo de resistencia vecinal, permitiría poner en marcha un nuevo plan urbanístico para Vallcarca. Un plan que, según denuncian, «no solo afecta a las barracas, sino que amenaza con la demolición de más de un centenar de viviendas y el desplazamiento de los vecinos». Es precisamente por este motivo que aseguran que ya hace más de 20 años que se enfrentan a estas políticas, y que no tienen ninguna intención de cambiar de método: «La resistencia continuará», apuntan. Teniendo en cuenta el «posible» desalojo inminente, los vecinos de la zona han hecho un llamado a la movilización, tal como ya pasó la semana pasada con la convocatoria de desahucio de la Casa Orsola -el cual se ha terminado suspendiendo definitivamente con la compra de la propiedad por parte del consistorio: «Ahora Vallcarca también os necesita, el día que inspeccionen nos vemos en Vallcarca, atentas a la convocatoria», avisan.
