Las obras de la Rambla entran en la segunda fase este lunes con un objetivo muy claro: terminar la reforma del paseo en el año 2027, año electoral. El gobierno de Jaume Collboni decidió modificar la planificación de las obras para recortar los plazos de la reurbanización de la emblemática vía. En esta segunda fase se prevé abordar el lado del paseo que toca al barrio del Raval. La mayor parte de las obras comenzó hace justo un año con la ocupación de todo el lado de la Rambla que da al Gótico. En principio las obras debían durar 11 meses, pero se tuvieron que alargar un mes adicional por los hallazgos arqueológicos. Esta segunda fase tiene una duración prevista de 10 meses, según el Ayuntamiento, y después quedará abordar la fase 3, que corresponde al paseo central.
Con el cambio de fase, a partir de este lunes ha quedado restaurada la circulación del sentido ascendente, que recupera su ubicación definitiva por el lado Gótico del paseo. Durante las obras, la circulación está prohibida en sentido descendente (mar) y toda la circulación de subida se ha hecho por el lado Raval de la Rambla. “La mayoría de los pasos transversales habilitados por encima del paseo en la primera fase para poder cruzar de un lado a otro, se adaptarán a la nueva circulación por el lado Gótico, a la vez que se eliminarán los que se vuelven innecesarios, como el situado a la altura de la calle d’Escudellers”, explica el consistorio.

Igual que durante la primera fase, la circulación ascendente en la Rambla está restringida a vecinos, comercios, autobuses, taxis, hoteles, aparcamientos y carga y descarga de mercancías. Asimismo, se mantiene la configuración de los autobuses que utilizan la Rambla. El 59 de TMB mantiene el sentido de subida por la Rambla, pero de bajada toma la Via Laietana, mientras que las líneas V13 y N9 mantienen su origen y final en la plaza Catalunya. El Ayuntamiento recuerda que durante todas las obras siempre habrá un punto de información en el Palau de la Virreina para consultar el estado de los trabajos y resolver dudas sobre cómo quedará el paseo cuando se terminen los trabajos.

Las grandes reformas, el legado de Collboni para las municipales
Después de una primera mitad de mandato complicada, Jaume Collboni ya vislumbra el 2027 con muchas posibilidades de repetir como alcalde, sobre todo por la falta de una alternativa clara entre los partidos de la oposición. Con todo, el dirigente socialista tiene un plan para maximizar sus opciones y convertir al PSC en el partido más votado de aquí a dos años. Las grandes reformas y obras serán el legado de Collboni para las municipales. La mayoría son proyectos heredados de su gobierno de coalición con los Comuns, pero a menudo en política municipal acaba siendo más importante quién corta la cinta que quién pone la primera piedra.
Además de la reforma de la Rambla, están marcados en rojo en la agenda del alcalde para terminarse —o tener prácticamente listos— antes de las elecciones del 2027 la cobertura de un nuevo tramo de la ronda de Dalt, las obras de la Meridiana hasta Fabra i Puig, la llegada del tranvía al paseo de Gràcia, la reurbanización del paseo central del Mar Bella o la recuperación del Club Capitol. También quiere lucir inversiones del plan de barrios y la entrega de nuevas promociones de pisos públicos, prioridad número uno de los socialistas en el Ayuntamiento, la Generalitat y la Moncloa.




