El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, reclama un nuevo paquete de fondos europeos para construir vivienda social. El alcalde ha lanzado esta iniciativa en el marco de la asociación Mayors for Housing, que agrupa a alcaldes de las principales ciudades de la UE a favor de una ampliación del parque residencial público en toda la UE. Según ha anunciado en una atención a los medios durante la Reunión del Círculo de Economía, la alianza elevará a la Comisión Europea una demanda que aún no tiene cifras definitivas. «Reclamamos políticas efectivas para favorecer el acceso a la vivienda en las grandes ciudades«, ha declarado, flanqueado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el de Roma, Roberto Gualtieri.
Collboni ha planteado la iniciativa como la continuación del protagonismo que ha tomado la vivienda en la toma de decisiones de la CE que preside Ursula von der Leyen. De hecho, celebran el nombramiento del socialdemócrata danés Dan Jorgensen como comisario europeo de vivienda, pero reclaman que esta apuesta tenga continuidad. «Es necesario que la UE tenga fondos específicos para construir vivienda, y que sean accesibles por parte de las grandes capitales», ha reclamado el alcalde barcelonés. La asociación de municipios, relatan, trasladará a los diversos jefes de gobierno de sus respectivos países su iniciativa, y estos elevarán la solicitud a Bruselas. En paralelo a la Reunión del Círculo, se han reunido con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una conversación que Gualtieri ha descrito como «productiva».
Herramientas públicas y privadas
Parte de estos fondos europeos deberían provenir, según plantean los alcaldes, de partidas «no gastadas» de los fondos Next Generation EU. Como en el caso del monto destinado a superar la crisis de la pandemia, Hidalgo ha marcado como objetivo que el dinero público sirva para traccionar inversiones privadas. «Es necesario apoyar al sector de la construcción, una industria muy importante, pero que está en crisis», razona la alcaldesa de París, que reclama tener en cuenta dimensiones sociales, empresariales y ecológicas para llevar a cabo las ampliaciones del parque público de vivienda necesarias.

Con todo, la asociación de alcaldes pide que la apuesta europea por la vivienda vaya en la misma línea de las nuevas inversiones militares y en defensa que ha puesto en marcha Europa. Gualtieri, de hecho, puntualiza que una buena herramienta para incentivar el gasto público en construcción residencial sería una concesión fiscal similar a la que se ha hecho para el gasto militar: que el presupuesto que dediquen los gobiernos a toda escala a construir nuevos inmuebles públicos quede fuera del pacto europeo de estabilidad y, por tanto, se puedan superar los límites europeos de endeudamiento. «Necesitamos un trato preferencial de la vivienda», apunta el alcalde de Roma, para resolver desde el sector público la crisis residencial.
Choque por la regulación
Durante la mesa redonda que ha vuelto a agrupar a Hidalgo y a Collboni, ambos alcaldes han chocado con las opiniones del Círculo de Economía respecto de la regulación de precios. El moderador de la ponencia, el vocal de la junta de la entidad Miguel Trias, ha defendido la trinchera de las élites barcelonesas. En sus largas intervenciones, Trias ha criticado el tope a los alquileres, así como la norma del 30% de nueva construcción pública o la «protección de la ocupación» que, a su parecer implementa la Ley de Vivienda española. Ahora bien, ambos representantes socialdemócratas han articulado un contraataque para las posturas empresariales: «¿queremos que el centro de nuestra ciudad sea solo para ricos?», ha cuestionado Collboni. Por su parte, Hidalgo ha reivindicado la larga experiencia de París en el equilibrio entre control del mercado y movilización de vivienda. «El control de precios funciona a largo plazo», ha argumentado la líder socialdemócrata. «El problema no es el tope de precios, es que los inversores se van a mercados inmediatos más rentables»; como los pisos turísticos o el alquiler de temporada.
