El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha anulado el veto del Ayuntamiento de Barcelona a construir el museo Hermitage en el Puerto de Barcelona. Según ha adelantado el País, el alto tribunal ha dado la razón a los promotores del proyecto y ha tumbado las decisiones que tomó el consistorio sobre esta cuestión. Barcelona en Comú, con Ada Colau de alcaldesa, fue el partido que abanderó la oposición a la franquicia y acabó imponiendo sus tesis a su socio de gobierno, el PSC, más favorable al museo. De hecho, el ahora alcalde Jaume Collboni planteó algunos cambios para que el museo fuera una realidad, pero no lo consiguió.
La sentencia pone énfasis en el hecho de que el consistorio no puede aprobar un plan especial y reservarse la decisión sobre el proyecto cultural que debía instalarse en el Puerto de Barcelona. Fuentes del Hermitage consultadas por el diario El País han mostrado su satisfacción por la resolución, pero los promotores no tendrían intención de seguir por la vía judicial. En su momento, los promotores reclamaron al Ayuntamiento de Barcelona 141 millones de euros en concepto de indemnización.
El Ayuntamiento recurrirá
Poco después de conocerse el dictamen, el gobierno de Collboni ha anunciado que presentará un recurso de casación para defender la «legitimidad del Ayuntamiento para tener un rol protagonista en las decisiones sobre qué pasa en el Puerto». La primera teniente de alcaldía Laia Bonet también ha afirmado que la sentencia muestra que no se debe trabajar desde la imposición, en un ataque a los Comunes por el hecho de que actuaron de manera unilateral en este caso.
El TSJC corrige la decisión de un juzgado contencioso administrativo
Hace casi un año, el Juzgado Contencioso Administrativo número 4 avaló la decisión del gobierno de Colau de vetar el museo y dio a los responsables del equipamiento 15 días para presentar un recurso. Ahora, el TSJC corrige el dictamen del año pasado y da la razón al Hermitage. A pesar de que el consejo de administración del Puerto de Barcelona aprobó la construcción del museo, el Ayuntamiento de Barcelona se negó a firmar el convenio con la autoridad portuaria, lo cual hizo imposible que el proyecto avanzara.

Barcelona en Comú llegó a presentar cuatro informes en los que explicaba los motivos por los cuales se oponía al proyecto. Uno hacía referencia a riesgos de seguridad, otro a los problemas de movilidad que el museo generaría en la Barceloneta, un tercero cuestionaba los contenidos culturales y un cuarto quería generar dudas sobre la viabilidad financiera del equipamiento.
Precisamente, la ex teniente de alcaldía de Urbanismo con Colau y ahora presidenta de los Comunes en el Ayuntamiento, Janet Sanz, ha mencionado estos informes para justificar la decisión que tomaron, ya que el museo «no respondía al interés de la ciudad», a su parecer. En opinión de la concejala, el Ayuntamiento podía decidir en última instancia a qué se destinaban los terrenos del Puerto donde se iba a ubicar el Hermitage, ha valorado después de conocer la sentencia.
Restringir una actividad económica
Por otro lado, la sentencia del TSJC también destaca que el Ayuntamiento no podía vetar el museo porque restringía una actividad económica, «sin que esta limitación esté permitida por la directiva de servicios», dice el diario.
El edificio del museo Hermitage en el Puerto era un proyecto del arquitecto japonés Toyo Ito. Las previsiones de los promotores eran que el equipamiento recibiera unos 850.000 visitantes el primer año y diera empleo a unas 400 personas.