El Ayuntamiento de Barcelona solo rehabilitará 204 pisos en el barrio del Besòs y el Maresme, a pesar de haber detectado problemas graves o muy graves en casi 1.500 viviendas. En concreto, se trata de 1.473 pisos distribuidos en 19 comunidades en los cuales hay “deficiencias graves o muy graves en alguno de los sistemas constructivos”, según ha informado el consistorio después de una campaña de inspecciones que se puso en marcha ahora hace tres años. Se han revisado un millar de pisos en la zona delimitada por la calle Llull, la rambla Prim, Bernat Metge y el término municipal de San Adrià del Besòs.
Según ha explicado el regidor del distrito, David Escudé, durante este mandato se rehabilitarán los 204 pisos de 10 bloques incluidos en el programa piloto impulsado cuando los comunes todavía estaban en el gobierno municipal y también se concretarán los instrumentos urbanísticos y los proyectos ejecutivos de 693 pisos más. Sin embargo, la rehabilitación no se haría hasta el próximo mandato, es decir, a partir del 2027. Escudé ha pedido no caer en el alarmismo, pero ha reconocido que rehabilitar todos los pisos afectados se podría alargar durante cuatro mandatos.

Revisión de estructuras, fachadas y medianeras
En total, se ha hecho inspecciones en 45 comunidades y 1.008 pisos y se han extrapolado los resultados a las más de 200 comunidades y casi 4.600 pisos que hay en la zona afectada. Se han revisado estructura, fachadas y medianeras, cubiertas, instalaciones de suministros y saneamiento y accesibilidad. Hasta ahora se ha completado la rehabilitación de uno de los diez bloques de la prueba piloto, el de la calle Mesina, 11, donde se han mejorado la estructura y el aislamiento, se ha colocado un ascensor y se han abierto ventanas y construido balcones, según explica el Ayuntamiento.
De las 45 comunidades inspeccionadas, en 30 se han tenido que tomar “algún tipo de medida cautelar”, como la colocación de puntales o redes. Las nueve fincas pendientes se rehabilitarán durante este mandato y tienen un presupuesto total de unos 10 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento de Barcelona pagará dos terceras partes, los fondos europeos Next Generation aportarán el 25% y las comunidades de vecinos pagarán el resto. Los casi 700 pisos sobre los cuales se iniciarán los trámites son los considerados prioritarios entre todos los que presentan deficiencias importantes. En un segundo nivel de prioridad —tercero, en realidad, porque hay la prueba piloto— hay 350 pisos más, pero el Ayuntamiento no ha concretado actuaciones ni calendario. En total, son 1.251 pisos, por lo cual quedarían unos 500 más por definir.

