El Ayuntamiento de Barcelona quiere poner freno a la apertura de supermercados 24 horas en el distrito de Sant Martí, el más afectado por la proliferación de estos establecimientos junto con el del Eixample, y no podrá haber más de uno en un radio de 100 metros. La Comisión de Gobierno ha aprobado inicialmente el nuevo Plan especial urbanístico de ordenación de las actividades de pública concurrencia, comercios y alimentarios y otras actividades, que entre otras cosas mantiene la prohibición de abrir nuevos restaurantes y espacios de degustación en el Triángulo Lúdico y en la rambla del Poblenou y amplía la restricción en la calle Rogent.

También prorroga la suspensión de licencias de bares musicales y restauración en la misma zona y la amplía a los autoservicios y superservicios de hasta 300 metros cuadrados y tiendas de conveniencia en todo el ámbito del plan. El concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé, ha asegurado que la idea es “proteger el comercio de proximidad y la mezcla de usos”, así como la “preservación del descanso del vecindario”, en especial en la calle Rogent y la zona del Triángulo Lúdico, que comprende las calles de Almogàvers, Pallars, Pere IV, Zamora, Pamplona y Àlaba.

Escudé ha celebrado que los datos recogidos por los sonómetros instalados en la zona, que genera muchos conflictos de convivencia, especialmente por la noche, debido a la gran cantidad de bares y discotecas, demuestran que el plan de choque municipal funciona. “Las medidas que hemos introducido se han traducido en bajadas de decibelios en muchos puntos”, ha dicho el concejal, que, no obstante, ha reconocido que queda “camino por recorrer”. También ha explicado que el plan para ordenar las colas en locales como Razzmatazz de acuerdo con los propietarios ha sido “muy bien recibido por los vecinos”.

El concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé, en una atención a los medios / ACN

Más restricciones alrededor del Triángulo Lúdico

El Ayuntamiento ha trabajado durante el último año en el documento que ha de guiar la ordenación de usos del distrito, que califica de áreas de tratamiento específico las zonas de la calle Rogent y el Triángulo Lúdico y su entorno. En estas zonas de tratamiento específico no se permiten nuevas aperturas de bares musicales, discotecas o salas de baile, pero tampoco de comercio alimentario con degustación ni ninguna actividad vinculada a la restauración. En cambio, respecto a los supermercados 24 horas y las tiendas de conveniencia, la restricción que se quiere aplicar es igual en todo el distrito. “Sólo podrá instalarse un nuevo establecimiento dedicado a la misma actividad en un radio de 100 metros”, ha insistido Escudé. Por tanto, no es una prohibición, sino una restricción para evitar la proliferación de estos negocios.

En el resto del distrito, la restricción a nuevos bares musicales, discotecas, salas de baile y salas de concierto se limita y sólo se podrá abrir uno si no está a una distancia lineal de menos de 400 metros entre establecimientos, tiene una superficie máxima de 150 metros cuadrados y la anchura de la calle es igual o superior a 20 metros. Asimismo, las nuevas actividades de restauración y espacios de degustación se permiten siempre que se cumpla el límite de 15 establecimientos en un radio de 100 metros y que se respete una distancia lineal de 25 metros entre establecimientos.

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