El acuerdo se anunció hace meses a bombo y platillo, pero hasta ahora no se había formalizado. Tras una movilización ciudadana extraordinaria impulsada por el Sindicat de Llogateres que forzó a las administraciones a tomar cartas en el asunto, el Ayuntamiento ha hecho oficial la compra de la Casa Orsola por 9,2 millones de euros. La operación ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundació Hàbitat3, que ha aportado un poco más de la mitad del total del precio de adquisición.
Una vez detenidos los procesos de desahucio en marcha, la intención municipal es poder poner 9 de los 26 domicilios de los que dispone esta finca centenaria de la Nova Esquerra de l’Eixample a disposición del parque público de vivienda. Para ello, se deberá esperar a la finalización de los contratos temporales en vigor y también se tendrá que hacer una inversión para recuperar los pisos ahora vacíos. En cuanto al resto de contratos, tal como ya se anunció el pasado mes de febrero, la intención es mantenerlos o revisarlos de acuerdo con la normativa.
En un comunicado hecho público este martes, el Ayuntamiento recuerda que esta operación -que se ha cerrado un 30% por debajo del precio de mercado en el barrio- ha sido posible gracias a la mediación del Síndic de Greuges de Barcelona y supone el inicio de un nuevo modelo de colaboración entre la administración y las entidades del tercer sector para garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible en la ciudad.

Una oportunidad perdida hace cuatro años
Es importante recordar que el consistorio de la capital catalana, en la época de Ada Colau como alcaldesa, descartó en el año 2021 la compra de la finca por seis millones de euros, tres por debajo del precio de mercado, a los que se debía sumar medio millón más en rehabilitaciones. En aquella ocasión, incluso se llegó a realizar una inspección del edificio.