Vivir en Barcelona, o quedarse en la ciudad donde has nacido, es cada vez más complicado. Si el alquiler medio está por encima de los 1.000 euros, comprar una vivienda es también un privilegio para pocos. Si en 2012, el precio medio de venta de una vivienda era de 202.903 euros, en 2024 se ha cerrado con una media de 314.145 euros, según los últimos datos del Ayuntamiento de Barcelona. Esto significa que comprarse un piso en la capital del país es un 35% más caro ahora que hace una década.
De hecho, el portal inmobiliario Idealista pone cifras a los precios de compra por m²: el precio medio de las casas en venta en la demarcación de Barcelona es de 3.023 €/m² y el de la ciudad de 4.991 €/m². Pero si nos fijamos en los datos difundidos por este portal, hay un pequeño paraíso dentro de la demarcación de Barcelona, un refugio donde todavía se puede vivir en una vivienda a un precio asequible, un entorno natural precioso y no tan lejos de la capital. Es el municipio más barato de la demarcación de Barcelona para comprar una vivienda, con un precio más de tres veces inferior al de la demarcación y más de cinco veces al de la ciudad. Es Sant Llorenç Savall. Aquí las casas en venta cuestan de media 956 €/m².

Un piso por menos de 100.000 euros
El portal pone cifras al ejemplo: Una vivienda de 100 m² en Sant Llorenç Savall (San Lorenzo Savall) cuesta unos 95.600 euros y una de 200 m² unos 191.200 euros. Todo ello, a 48 kilómetros de distancia de Barcelona, en la comarca del Vallès Occidental y al límite con las comarcas del Bages, el Moianès y el Vallès Oriental. En coche, el trayecto al centro de la ciudad es de una hora, y en transporte público, eso sí, se alarga. Nos llevará aproximadamente 1 h 40 minutos, al ir en autobús hasta Sabadell y allí tomar los FGC o la Renfe hasta el centro de la ciudad.