Hay tres rutas que con los años se han convertido en las preferidas de los barceloneses, en parte, gracias a la su proximidad con la ciudad y a la variabilidad de opciones que ofrecen. La misma Diputación de Barcelona apunta en su web turística que estos tres recorridos están adaptados y que son aptos «para todos los niveles». También destaca que se puede ir «en cualquier estación del año». Nadie esconde, eso sí, que durante las épocas estivales es cuando más se llenan, lo cual puede generar incluso a tensar la zona con tantos visitantes.
El Delta del Llobregat
El Delta del Llobregat destaca por sus vistas, unas panorámicas casi perfectas de la ciudad de Barcelona. Muy cerca del aeropuerto hay los espacios naturales del Delta, los cuales forman la segunda zona más húmeda de Barcelona. Este espacio destaca por sus miradores, los cuales permiten ver diferentes tipos de pájaros y patos, algunos de estos que se están de paso. Los amantes de la aviación también pueden disfrutar, a pocos metros de distancia, de los aterrizajes de los aviones del aeropuerto del Prat.
El parque natural de Sant Llorenç del Munt
En dirección norte, a menos de una hora de coche, este paisaje sorprende por sus picos rojizos que conviven con los pinares y los encinares que hay a la parte baja de la montaña. En el portal de la Diputación se recomienda visitar los restos arqueológicos que hay a la cueva de Simanya, las masías típicas de la zona o el monasterio de Sant Llorenç de Munt. La cumbre más tradicional de este parque es la Mola, que se llena de gente sobre todo los fines de semana. A finales de la década pasada, de hecho, la Sección de Ciencias Naturales del Centro Excursionista de Terrassa emitió un manifiesto para «conseguir la conservación de los valores naturales de una manera compatible con el aprovechamiento ordenado de sus recursos y la actividad de sus habitantes».
El parque natural del Montseny
El Montseny es sin dudas una de las joyas del Vallès. A unos tres cuartos de hora de Barcelona encontramos este espacio natural, declarado reserva de la biosfera, que ha inspirado a poetas y artistas. Curiosamente, en esta zona se puede ver vegetación típica del centro de Europa a partir de los 1.000 metros.