La manifestación del pasado domingo contra el «turismo masivo» de Barcelona ha traído cola. Unas 2.800 personas, según la Guardia Urbana, pidieron medidas que paren esta masificación porque «agravia» las desigualdades sociales, los problemas de acceso a la vivienda o la crisis medioambiental. Entidades contrarias a la Copa América o algunas asociaciones de vecinos céntricas pidieron un «cambio de modelo económico» que dé paso a un «decrecimiento turístico». La protesta generó algunos puntos de tensión con los turistas, sobre todo entre el paseo de Colom y el paseo de Joan Borbón, donde algunas personas empapelaron hoteles e increparon a algunos visitantes. Estas imágenes no han pasado desapercibidas para los medios internacionales.
La BBC, The Independent o The Telegraph, entre otras, se han hecho eco. «Los manifestantes llevaban letreros que decían ‘Barcelona no está en venta’ y ‘

En esta misma línea explica los hechos The Telegraph, que el 2022 describía Barcelona como «la mejor ciudad del mundo». «Algunos de los manifestantes insultaron a los turistas que hacían fotografías de la marcha, mientras que otras taparon hoteles y restaurantes en una protesta simbólica por el exceso de turismo en la capital catalana», detallan. Por otro lado, el tabloide sensacionalista ‘The Sun’ habla de «pánico turístico» y de «fanáticos anti-turismo».

La Asociación de vecinos del Gótico se explica a la BBC
La BBC también ha difundido las imágenes de la protesta. En su información, la televisión detalla la problemática y que el alcalde Jaume Collboni se ha comprometido a eliminar los pisos turísticos «en cinco años». «Hoy a la BBC hemos explicado a los ingleses que la lucha es contra el modelo económico de ciudad, basado en el turismo. Si a ellos los indignan 4 pistolas de agua, a nosotros nos indigna que la industria turística nos esté empobreciendo y expulsando de barrios y ciudades!», han tuiteado desde la Asociación de Vecinas y Vecinos del barrio Gótico después de participar de unos de los programas de la televisión inglesa.
En la entrevista, el portavoz de la entidad vecinal, Martí Cusó, ha defendido que los manifestantes «ponen el foco en la industria, los gobiernos y el modelo económico, y no en los turistas». El vecino del Gótico también ha sacado hierro a algunas acciones contra los turistas, las cuales cree que demuestran el «enojo» de los vecinos de Barcelona y «por qué han salido a la calle».

Valls condena los hechos
El teniente de alcaldía y regidor de Turismo, Jordi Valls, ha condenado, en inglés, algunas de las imágenes que aparecen en una noticia de la BBC. En un tuit en las redes sociales, Valls pide que las protestas sean «compatibles» con «el respecto a las personas que visiten Barcelona». «Este es un debate complejo y global que no quiere soluciones simplistas ni acusatorias», insiste en este hilo en X el regidor socialista, que recuerda que el sector turístico es «importante para nuestra ciudad» y defiende que «estamos impulsando medidas pioneras para gestionarlo, mejorando el equilibrio y el retorno social».
La polémica de este fin de semana pone de manifiesto que la gestión del turismo divide a los diferentes sectores sociales y económicos de Barcelona. El tejido vecinal insiste en cambiar el modelo turístico de la ciudad y los principales cuadros del Ayuntamiento, que admiten la masificación, combinan la palabra «regulación» con el concepto «debate complejo». Mientras tanto, parte de la oposición acusa a Collboni de «alentar la turismofobia». En estos términos se ha pronunciado Daniel Sirera (PP) después de las protestas, mientras que el Gremio de Hoteles tampoco cree que la manifestación sea representativa y aposta por «hacer pedagogía» sobre los efectos positivos del turismo. Dos posturas por ahora enrocadas y una obviedad: el debate sobre el turismo gana peso en Barcelona.



