La polémica celebración de la Copa América, que finalmente no repetirá en Barcelona, aún resuena en la capital catalana. Una vez finalizada la competición, tanto el Ayuntamiento como los organizadores deben hacer balance bajo el atento escrutinio de la oposición y de los movimientos vecinales, muy críticos con la regata. El consistorio y los organizadores aseguran que la prueba ha atraído a unos 2,5 millones de visitantes, pero las primeras cifras oficiales enfrían un poco el entusiasmo oficial. De hecho, según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre ha caído la llegada de turistas a Barcelona, al igual que el número de pernoctaciones.

La encuesta de ocupación hotelera que realiza el INE cifra en casi 712.000 el número de turistas que se han alojado en hoteles de la ciudad en septiembre, alrededor de un 3% menos que hace un año. De estos, 602.000 son extranjeros —20.000 menos— y 109.700 nacionales —apenas 600 menos—. La radiografía de la llegada de turistas a Barcelona no está completa porque en agosto se produjo un ligero incremento del 2,9%, aunque la prueba comenzó el día 22, y los datos de octubre, momento álgido de la regata, aún no están disponibles.

Con todo, las estadísticas muestran que la Copa América no ha tenido una acogida tan espectacular como se había dicho y van un poco en la línea del discurso del sector turístico, que había enfriado las expectativas iniciales. Comercios y tiendas del barrio de la Barceloneta, por ejemplo, lamentan que los turistas de alto poder adquisitivo que supuestamente debía atraer la regata han pasado de largo del barrio. Por su parte, el Gremio de Hoteles de Barcelona ha reconocido que la caída de ocupación de septiembre se ha compensado con una subida de precios.

Espectadores observan una de las regatas de la jornada inaugural de la Copa América a través de una de las pantallas habilitadas en las fan zones desplegadas por la ciudad / A.R.
Espectadores observan una de las regatas de la jornada inaugural de la Copa América a través de una de las pantallas habilitadas en las fan zones desplegadas por la ciudad / A.R.

La organización de la Copa América, optimista

La organización de la Copa América de vela es bastante optimista y en su comunicado oficial de clausura de la regata asegura que ha atraído a 2,56 millones de personas entre el 22 de agosto y el 19 de octubre. La cifra incluye el recuento diario de todos los espacios habilitados para seguir la regata, como la Race Village, las bases de los equipos que compiten o las zonas montadas por los patrocinadores de la prueba. No explican cuál es el método de conteo. “Los números están muy alineados con los que se habían proyectado y estimado antes del evento”.

También están muy satisfechos con la audiencia televisiva internacional de la prueba, que ha crecido un 50% respecto a la regata anterior. Todas las cifras aún deben ser auditadas por el Ayuntamiento de Barcelona, a través de un informe que elaborará la Universidad de Barcelona, que deberá hacer un balance oficial y calcular el costo total de las ayudas públicas que ha recibido la prueba.

Según el Ayuntamiento de Barcelona, las administraciones públicas han aportado 54 millones de euros en ayudas a la prueba, de los cuales 10 millones de euros corresponden a la aportación municipal. En una entrevista reciente, el teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls, ha explicado que tanto el Ayuntamiento, como la Generalitat y el Estado han acordado no hacer nuevas aportaciones, una decisión que podría haber influido en la negativa de la organización para intentar mantener la prueba en la capital catalana. Valls defiende que se han cumplido los objetivos que se habían marcado y ha celebrado que la prueba ha servido para impulsar inversiones en el litoral de Barcelona y ha supuesto una proyección de la imagen internacional de la ciudad.

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