Sobre todo después de los Juegos Olímpicos, Barcelona se puso en el mapa mundial del turismo. Por su clima mediterráneo, pero también por su arquitectura y cultura. Y hoy, la gestión del turismo es una gran piedra en el zapato de la capital del país: masificación, gentrificación en los barrios y un intenso debate social y político sobre qué modelo turístico debe tener la ciudad para hacer compatible la vida cotidiana. Pero mucho antes de los JJOO, aquí ya se promovía la llegada de “forasteros”. En el año 1908 se fundó la entidad Sociedad de Atracción de Forasteros, con el reto de promocionar el turismo en Barcelona y en el conjunto de Cataluña y también las Baleares. Ponía al alcance de los visitantes que venían de fuera información relativa a la oferta turística y cultural barcelonesa. Con el impulso del turismo, sus promotores querían contribuir a modernizar y enriquecer cultural y económicamente la ciudad y el país.
La primera oficina de turismo: 1909
El primer presidente fue el alcalde de Barcelona Domènec Sanllehy. Formaban parte de la junta de la Sociedad otros representantes políticos y miembros del Ayuntamiento, el más destacado de los cuales era Manuel Ribé Labarta, jefe de Ceremonial y de la Guardia Urbana y promotor principal de la iniciativa. También figuraban otras personalidades del sector industrial, comercial, artístico, científico, de la hostelería y de la restauración. Era una entidad semiprivada, pero con el apoyo institucional y económico del Ayuntamiento y de la Diputación de Barcelona. Y tan solo un año después, en 1909, se creó la primera oficina de información turística de la ciudad: en pleno centro de la Rambla, en el actual número 37 (entonces era la rambla del Centre, 30).

Una revista de turismo, mapas y guías
Pero además, la Sociedad publicó la revista mensual Barcelona Atracción entre 1910 y 1936, que sería una referencia informativa y órgano de difusión de la entidad. Además, editaba mapas y trabajos monográficos con ilustraciones seleccionadas de monumentos y edificios barceloneses y de otras poblaciones catalanas. Colaboraron autores como A. Duran i Sanpere, M. Faura i Sana, J. Botet i Sisó, J. Roca i Roca, entre otros. También editaba guías turísticas de Barcelona denominadas «Select Guide» y opusculs sobre Barcelona editados en catalán, castellano, francés e inglés. Además, también hizo una breve experiencia con la revista gratuita Touring review Barcelona: revista ilustrada de informaciones a los turistas, que se editó entre 1910 y 1911.
Anuncios de empresas turísticas
Se dedicaba una parte importante de cada número a la publicación de anuncios de hoteles, restaurantes, agencias de aduanas, grandes almacenes, talleres, etcétera, además de otras informaciones útiles para los viajeros que visitaban la ciudad. Entre estas había los horarios de trenes, tarifas del servicio de coches, cartelera del cine y otras ofertas culturales como la programación de los teatros, del Liceu o del Palau de la Música.
La Guerra Civil trunca el proyecto
Después de la guerra, en 1939 la Sociedad Atracción de Forasteros de Barcelona desapareció, pero no la cabecera Barcelona atracción. A partir del año 1945 la Junta Provincial de Turismo la recuperó en una nueva versión de la revista, que se publicó hasta 1954. El primer ejemplar publicado durante esta segunda época retomaba la numeración de antes de la Guerra Civil, como si la revista de agosto de 1936 —publicada ya después del golpe de estado militar— no hubiera existido nunca. Pero este ejemplar se conserva en la Hemeroteca del Archivo Histórico de la Ciudad.