El turismo en Barcelona aguanta, de momento, el impacto de la guerra arancelaria de Donald Trump. Los datos de ocupación previstos esta Semana Santa, que oscilan entre el 85% y el 95%, lo avalan. También los expertos consultados por TOT Barcelona aseguran que los efectos de las políticas del presidente estadounidense no se han notado aún en el número de visitantes de la ciudad. De hecho, la CEO de Apartur (la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona) y exdirectora general de Turismo de la Generalitat y de Turismo de Barcelona Marian Muro no ve por ahora riesgo de perder turistas estadounidenses a corto plazo. Aunque el primer trimestre dice que ha sido bueno, Muro reconoce que se vive un momento de «volatilidad».
El sector turístico está a la expectativa para ver qué influencia acabarán teniendo las políticas de Trump en la ciudad, y algunos actores muestran su «preocupación» por el futuro, si bien avisan que «aún es pronto para emitir un juicio de valor», en palabras del presidente del salón B-Travel Martí Sarrate. El turista estadounidense es, después del que llega desde otros puntos del Estado español, el más importante para Barcelona. En 2024, visitaron la ciudad más de 1,1 millones de estadounidenses, un 14,1% del total. Con la excepción de los años de la pandemia, esta cifra ha ido claramente en aumento, ya que en 2019 los visitantes de EE.UU. en la capital catalana representaban el 11,6%, y el 12,9%, en 2023, según el Observatorio de Turismo de Barcelona.
Un turista con un alto poder adquisitivo
Sarrate concreta en conversación con TOT Barcelona que en 2024, el turista estadounidense creció un 17%. Según el presidente de B-Travel, es un visitante que interesa mucho por «el alto poder adquisitivo» y porque está interesado por la cultura y la gastronomía del país. También destaca que puede ayudar a mantener elevado el número de estadounidenses que nos visita el hecho de que se hayan incrementado los asientos aéreos, con vuelos adicionales a EE.UU., lo cual mejora la conectividad. Por Semana Santa, la estadounidense será la tercera nacionalidad con más presencia en Barcelona, por detrás de Gran Bretaña y Alemania.

Barcelona es un destino ‘top’ para los estadounidenses
La CEO de Apartur explica que normalmente cuando una demanda se frena es por alguna catástrofe natural, ataques terroristas, accidentes o que se disparan mucho los costos de un viaje y estas situaciones no se dan ahora mismo en Barcelona. «El interés de los estadounidenses respecto a Barcelona continúa igual», apunta Muro, que prevé que los próximos meses continúen viniendo a la capital catalana visitantes de alto poder adquisitivo. «A los estadounidenses les gusta España y para ellos, Barcelona es un destino top«. Pero asume que son momentos muy volátiles.
Por su parte, el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, opina que el turismo es un sector «muy sensible» y se ve afectado por cualquier «cambio geopolítico internacional, oscilación de precios o del valor de las monedas», dijo a El País. Y recordó la importancia del turista de EE.UU. para Barcelona. «Nos preocupa que la situación interna y de política exterior puedan desencadenar cambios».

Los aranceles de Trump provocarán inflación
Fuentes del sector turístico con años de experiencia valoran en TOT Barcelona que sí hay motivos para preocuparse, ya que «la depreciación del dólar, la inflación que provocará el tema arancelario y una situación geopolítica de tanta incertidumbre pueden provocar grandes movimientos». Ahora no se está notando, pero en un futuro se podría notar. Las mismas fuentes recuerdan que más del 14% del mercado turístico de Barcelona es estadounidense. Se trata de personas que llegan a la ciudad con cruceros o visitan Barcelona atraídos por su cultura y gastronomía. Esta situación de confusión se puede ver agravada por el futuro incremento del recargo de la tasa turística que el Ayuntamiento de Barcelona aplicará. Y defienden como una oportunidad para Barcelona que la ciudad se posicione como un destino seguro. «La seguridad debería ser un activo. Quizás una oportunidad para atraer mercados que no irán a EE.UU. por las políticas de Trump».
El incremento del recargo municipal de la tasa turística es una propuesta del grupo municipal de ERC, que quiere que pase de los cuatro euros actuales a los ocho por persona y noche. Tanto la Generalitat como el Ayuntamiento trabajan en este aumento que, primero, debe aprobar el Parlament de Catalunya. El Gremio de Hoteles ha pedido que se flexibilice su aplicación y no se aplique a los grandes eventos y congresos, dijo su presidente Jordi Clos en una entrevista a el Periódico. Sarrate, presidente del salón B-Travel, también defiende esta flexibilización y cree que los clientes catalanes no deben afrontar la tasa turística en sus visitas turísticas por el territorio catalán, porque ya pagan sus impuestos.
El gobierno de Jaume Collboni se mostró abierto a la flexibilización planteada por el sector, en palabras del teniente de alcaldía del área económica Jordi Valls en el programa Bàsics de betevé. Este posicionamiento de los socialistas fue criticado en declaraciones al TOT por los Comunes y ERC, con quienes el PSC aprobó unas ordenanzas fiscales para 2025 que ponían el foco en el sector turístico. Con solo 10 concejales, la situación política en el Ayuntamiento se podría haber enderezado, ya que en una proposición de Barcelona en Comú que se votó en la comisión de Economía de este miércoles, el gobierno se comprometió a no flexibilizar la tasa. De todas maneras, las iniciativas de la oposición no son de obligado cumplimiento para el ejecutivo municipal.

Sobre la tasa turística, Muro considera que se está «desnaturalizando» el impuesto turístico, ya que a su parecer debe servir para financiar políticas turísticas y para atraer visitantes en temporada baja. La CEO de Apartur pone como ejemplo «la manifiesta estacionalidad» del sector turístico en buena parte de Cataluña. Y en el caso de Barcelona opina que lo que se recauda debe servir para actuaciones en los ámbitos de la limpieza, infraestructuras o patrimonio, pero no para climatizar escuelas, como está haciendo el Ayuntamiento. «Para eso debe haber otras partidas». Por otro lado, la experta avala el beneficio evidente que el turismo aporta a la ciudad y a las empresas y subraya que no se puede culpabilizar al turismo de la falta de vivienda, en referencia a la intención del alcalde Jaume Collboni de eliminar todos los apartamentos turísticos en cuatro años. «Si no hay vivienda es porque no se ha construido suficiente», dice sobre los bajos índices de pisos públicos.
Una ocupación entre el 85% y el 95% por Semana Santa
De momento, las previsiones turísticas para esta Semana Santa en los alojamientos de Barcelona son bastante buenas, según la valoración que hace la CEO de Apartur. Muro cifra en un 95% la ocupación en los apartamentos turísticos de la ciudad los días festivos, con clientes que son básicamente familias provenientes de EE.UU. y Alemania, principalmente, aunque también se esperan visitantes de otros países europeos como Italia, con una estancia de cuatro o cinco días. La exdirectora general de Turismo de la Generalitat sostiene que el primer trimestre de 2025 ha sido positivo. «Barcelona continúa creciendo en visitantes e ingresos, por encima del año pasado. El mes de febrero ha sido muy bueno, aunque el Mobile se celebró a principios de marzo».
Fuentes del Gremio de Hoteles detallan al TOT que la ocupación entre el 17 y el 20 de abril es del 85%. Se trata de un dato muy similar al de la Semana Santa de 2024, «aunque cayó más temprano en el calendario, a finales de marzo». Según la patronal hotelera, el hecho de que este año los días festivos sean a mediados de abril ha condicionado las reservas al alza. Pero la valoración que hace el Gremio de Hoteles no es del todo positiva, ya que la ocupación para esta Semana Santa debería ser «ligeramente superior» a la del año pasado, al caer la Semana Santa más tarde. «Esta es la tónica permanente desde julio de 2024, en que se están perdiendo entre uno y tres puntos de ocupación mensuales de manera constante», subraya Casals.

En febrero, el número de visitantes creció
Los datos del mes de febrero, los últimos publicados, indican que el número de turistas ha crecido respecto al mismo período del año pasado. En febrero, sin el Mobile, se alojaron en hoteles, apartamentos turísticos y albergues de la ciudad 942.233 turistas. La cifra es un 5,6% más que en 2024 y un 9,7% más que en 2019, el último año con datos turísticos al alza antes de la pandemia. El acumulado de enero y febrero también ofrece un balance positivo, con 1.851.363 personas, un 6,3% más que en 2024 y un 9,9% más que hace seis años, según los datos publicados por el Ayuntamiento de Barcelona [ver aquí].
De los datos analizados por este medio correspondientes al mes de febrero, si bien el número de turistas crece, las pernoctaciones bajan respecto al mismo período de 2024, tanto en hoteles, apartamentos turísticos y albergues, según el Ayuntamiento de Barcelona. En febrero, las pernoctaciones en Barcelona han sido 2.611.659 millones, un 4,2% por debajo del año pasado, pero un 9,7% más que en 2019. El acumulado anual de enero y febrero se sitúa en 5.067.491 millones, un 1,3% menos que el año pasado y un 9,5% más que en 2019. La media de pernoctaciones de febrero ha sido de 2,8 noches, un 9,3% menos.
Más capacidad aérea en abril, con 5,7 millones de asientos
En las previsiones que hace el Observatorio de Turismo de Barcelona, abril debería ser un mes positivo para Barcelona. Se estima que la capacidad aérea será de 5,7 millones de asientos, un 5% interanual más. También se espera la llegada de un centenar de cruceros, «bastante por encima del mismo mes de 2024». La ciudad tendrá un abril «lleno» de eventos deportivos, conciertos y otras actividades culturales, y se celebrarán una veintena de congresos, con unos 18.000 asistentes. Por otro lado, en el último mes, Barcelona como destino se ha situado en el séptimo lugar en búsquedas de alojamiento en internet para destinos internacionales. Y las reservas de EE.UU. «han continuado siendo las reservas internacionales más frecuentes». Y en cuanto al trimestre próximo, el Observatorio de Turismo de Barcelona, dice que el número de reservas hoteleras es similar a Londres, superior a París e inferior a Berlín, Ámsterdam o Madrid.
Sarrate defiende que Barcelona debe buscar un turismo de calidad con más días de estancia, más gasto -un hecho que el año pasado ya se logró- y «más valor añadido». También es partidario de «desestacionalizar el turismo» y potenciar, por ejemplo, el turismo deportivo, cultural o gastronómico. Cataluña es este año la Región Mundial de la Gastronomía y la Maratón de Barcelona de este marzo ha contado con un 60% de participantes extranjeros. Además, Sarraté defiende apostar por otros mercados como el asiático, que se está «relanzando», con visitantes chinos, coreanos o japoneses.

Cae el interés por viajar a EE.UU.
Donde ya se estaría notando un efecto de las políticas de Trump es en un descenso de los viajes a EE.UU. Desde la agencia de viajes Camaleon Travel han constatado una reducción del 30% en las reservas a destinos estadounidenses para estos días y también de cara al verano. Según detalla la Agencia Catalana de Noticias (ACN), el propietario de Camaleon Travel Miquel Rodríguez confía en que este descenso se reduzca parcialmente las próximas semanas una vez se estabilice la guerra comercial. Si bien no han tenido ninguna cancelación, lamenta que los anuncios arancelarios estén frenando la entrada de nuevas reservas, “cuando las exportaciones no tienen nada que ver con el turismo de ocio, y los Estados Unidos continúan siendo un destino completamente seguro”. El empresario recuerda que los europeos pueden entrar al país igual que hace unos meses, «solo con un visado tramitado en línea», y asegura que los turistas no deberían encontrar ningún problema en la hostelería o el transporte. «La gente puede continuar viajando tranquila».
El teniente de alcaldía del área económica del Ayuntamiento de Barcelona Jordi Valls refuerza la pérdida del interés de los turistas por ir a EE.UU. desde que gobierna Trump. En una publicación en su perfil de Linkedin, Valls destaca que EE.UU. recibe 66,5 millones de turistas y este mes de marzo ya se ha notado una caída del 17% del número de visitantes europeos respecto al mismo período del año pasado. Y escribe que el gigante hotelero francés Accor advierte que las reservas para el verano han bajado un 25%.