El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto la puerta a flexibilizar la aplicación de la tasa turística y adaptar su precio a contextos concretos, tal como le reclaman el Gremio de Hoteles de Barcelona y la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur). “Vemos positivo que haya una cierta flexibilización entre temporada alta y baja, siempre que esta decisión la tome el Ayuntamiento”, ha reconocido el teniente de alcaldía de Economía del Ayuntamiento, Jordi Valls, en una entrevista en el programa Bàsics de Betevé.
Es una idea que ya circulaba en los pasillos del consistorio, pero grupos como ERC ya han dicho que “no tiene ningún sentido”. Fuentes de los republicanos han explicado al TOT Barcelona que no han recibido ninguna comunicación por parte del gobierno municipal sobre la propuesta, pero consideran que aún están “lejos de equilibrar beneficios y costos” y que Barcelona “no tiene temporada alta y baja como otros lugares de Cataluña”, sino que es una “ciudad turística todo el año”. Tampoco ven con buenos ojos reducir la tasa durante los congresos, cuando los hoteles “multiplican” los precios de las habitaciones. “No nos abriremos a eso”, recalcan.

El sector turístico advierte del peligro de aumentar la tasa turística
El presidente de Turismo de Barcelona y del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, propuso este fin de semana que el sector de los grandes eventos y congresos quede “exento” de pagar el aumento de la tasa turística para evitar que la capital catalana pierda terreno respecto a otras ciudades. El sector turístico está preocupado por los “efectos negativos” que puede tener el incremento de la tasa turística, que se ha duplicado en el tramo municipal, y alerta de los peligros de que Barcelona “se convierta en la ciudad con la tasa más alta de Europa”. Clos ha explicado que ya han planteado la medida a los grupos municipales y que no hay ningún “rechazo frontal”.
Valls ha matizado que “se debe estudiar” la propuesta del sector turístico, pero ha advertido que será complicado “certificar quién viene de congreso o quién viene de turismo” y que, en ningún caso, la flexibilización “debe reducir el impacto disuasorio para poder regular los flujos de turistas cuando nos convenga”. Con todo, el teniente de alcaldía de Economía ha asegurado que el incremento de la tasa de 4 a 8 euros por persona y noche se hará de manera progresiva para evitar un impacto perjudicial en el turismo, que representa alrededor del 14% del PIB de la ciudad y es uno de sus grandes motores económicos.




