Lo rechazo a los efectos del sector turístico sobre Barcelona crece año a año. Así lo demuestra la encuesta anual elaborada por el Departamento de Estudios de Opinión de la oficina Municipal de Datos del Ayuntamiento, bajo el título de
Así, un 56% de los barceloneses asegura que el turismo es todavía «la principal fuente de riqueza de la ciudad»; mientras que cerca del 80% reconoce que la actividad turística es fuente de oportunidades económicas y trabajo. Entre los que consideran que el turismo genera un perjuicio en la ciudad, el principal motivo es la masificación de algunos de los espacios más atractivos de la ciudad para el visitante, como ahora el centro, la Rambla o el frente marítimo. De hecho, parte de los encuestados asegura haber dejado de visitar estas zonas por la elevada afluencia de turistas que se acumula año a año. Los que ofrecen un punto de vista crítico con la expansión turística mencionan también el aumento de precios como un factor negativo para los locales.

Trabajadores del sector
Más allá de la opinión de los ciudadanos, la encuesta turística del Ayuntamiento busca también las opiniones de los trabajadores del sector. Entre los consultados, la ratio de personas que aseguran dedicarse a actividades relacionadas con el turismo ha crecido cuatro puntos en términos interanuales, hasta un 14,2%. La mayoría de ellos trabajan bajo un contrato indefinido, hasta un 72,9%, una cifra que ha crecido de forma sostenida a un ritmo similar al del conjunto de la economía. El 2023 destaca también la reducción del porcentaje de empleados del sector turístico que querrían cambiar de línea de trabajo: este año se queda en el 59,3%, mientras que el 2022 superaba el 75%. El principal problema que detectan los empleados turísticos ha estado, según el barómetro, la dificultad para conciliar la vida profesional con la personal.
Llegando al final
Aunque que la mayoría de los barceloneses acepta el turismo como una actividad económica de valor añadido, también son mayoritarios los que creen que se ha tocado techo: hasta un 61,5% de los consultados consideran que se está llegando al límite de capacidad de recibimiento de viajeros, una cifra similar a la del 2019, hecho que apoya a la tesis de la recuperación completa del sector después de la Covid. Más modesta es la ratio de ciudadanos que opinan que hay demasiados alojamientos turísticos en Barcelona: se queda en el 21,5%. En cuanto a la actitud de los turistas que visitan la capital del país, el 53,3 considera que esta es buena, por un 27% que la rechaza. Estos datos, según el teniente de alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo Jordi Valls, «avalan la apuesta del gobierno para priorizar la gestión del turismo».