El fútbol catalán ha vivido una fiesta este pasado fin de semana. El Narcís Sala se llenó hasta la bandera, con más de 6.000 espectadores y agotando las entradas por el Sant Andreu-Europa muchos días antes del partido. Al césped los jugadores ofrecieron un espectáculo digno de sus aficiones, quienes colorearon y animar una cita futbolística muy esperada para dos antiguos pueblos del plan de Barcelona. El Pueblo de San Andreu de Palomar contra la Vila de Gracia, una oda al fútbol modesto que se acabaron llevando los escapulats (2-3) con un gol de Javi Eslava al tiempo añadido.
Pero esto es ahora, una temporada 2023/2024 que es un hito histórico por ambos clubes, que han aumentado significativamente su masa social y disfrutan de una gran salud. El TOT Barcelona, pero, os quiere transportar -gracias a las fotografías de Àngel Garreta, jefe de prensa del Europa,- a principios de los años 2000, cuando el panorama futbolístico de los dos equipos no era tan bueno.

La espectacular imagen que dejó el Narcís Sala el pasado domingo es un hecho bastante insólito en la cuarta categoría del fútbol estatal, y tiempo atrás se podía ver demasiado cemento donde ahora se encuentran aficionados.

El fútbol ha cambiado, a pesar de que siga teniendo la misma esencia. Al Europa ya no lo viste Umbro, lo hace Adidas, el Sant Andreu ya no tiene la ‘rojigualda’ en su escudo, tiene las cuatro barras y el escudo del Poble, y los jugadores ya no usan lengüeta en sus botas ni camisetas con cuello.

Si una cosa no ha cambiado son las aficiones, que fueran muchos o pocos, se han mostrado siempre fieles a unos colores y han acompañado sus equipos allá donde vayan.

