La UE Sant Andreu recibirá al Celta de Vigo en la próxima eliminatoria de la Copa del Rey. El club cuadribarrado se la jugará con un clásico de la Primera División, que en la última eliminatoria superó por 0-2 al modesto Puerto de Vega (Asturias). El Celta es el undécimo equipo con más temporadas en la élite del fútbol español y este año disputa competiciones europeas. Los últimos precedentes entre ambos equipos fueron en la temporada 1975-76, en la Segunda División, con una victoria para cada equipo.
«El año pasado tuve la suerte de jugar contra un equipo de primera división [Betis] y pensaba que no volvería a pasar», ha celebrado el centrocampista Pau Dabra en los medios del club. El jugador cuadribarrado ha pedido recordar la «magia» que se genera en el Narcís Sala en partidos importantes como este de Copa y ha solicitado adecuarlo a los requisitos de la RFEF. Un cambio de estadio, ha advertido, les haría ser «menos locales» en un partido histórico. El organismo que gobierna el fútbol español ha cambiado la normativa y obliga ahora a todos los equipos a tener una iluminación adecuada para las retransmisiones televisivas. Desde el club apuntan que el hecho de que la eliminatoria se dispute en el Narcís Sala –de propiedad municipal– depende del Ayuntamiento de Barcelona, el encargado de cambiar la iluminación.
En todo caso, la Copa vuelve a presentarse como una oportunidad para hacer historia. El Sant Andreu ha esquivado al Espanyol y al Girona, más arraigados en Cataluña, pero con sus equipos filiales en la misma liga. El enfrentamiento contra el Celta supone un punto de novedad aún añadido y supondrá a la vez el retorno de Ferran Jutglà, exfutbolista del Barça que de joven destacó en la UE Sant Andreu. El Sant Andreu superó al Teruel, un equipo de una categoría superior, hace quince días en el Narcís Sala.
El precedente del Betis
El club cuadribarrado agotará muy probablemente las entradas en una jornada que, como es habitual en este tipo de duelos, se prevé exitosa en el plano social y rentable en el económico. El precedente similar más inmediato, el del Real Betis, que ganó por dos goles de diferencia el año pasado, invita a pensar en una nueva jornada festiva en el barrio. El club andreuenc ya maravilló el año pasado al mundo futbolístico más mediático llenando el Narcís Sala y plantando cara al conjunto andaluz, llegando a empatar el partido y luchándolo hasta casi el final.
Este año, el club confía en superar aquella experiencia. En los despachos, el trabajo continúa bien hecho, consolidando una mayoría social que ya supera los 5.000 socios. En el césped, el regreso de Natxo González al banquillo, el entrenador que rozó el ascenso al fútbol profesional hace quince años, camina con aires diferentes a los del inicio de temporada, en que una serie de malos resultados pusieron a un equipo pensado para el ascenso en posiciones de descenso.
En todo caso, el equipo cuadribarrado llega al partido de Copa más tranquilo que hace un par de meses después de sumar tres victorias en los últimos cuatro partidos. El Sant Andreu buscará ahora una nueva hazaña que le permitiría enfrentarse, muy probablemente, a un equipo de Champions. Quién sabe si los siempre deseados FC Barcelona y Real Madrid.
