En solo tres semanas sabremos si la fiesta es finalmente en Gràcia o en Sant Andreu. La victoria sufrida del CE Europa la semana pasada en el campo del Olot (0-1) mantiene al conjunto escapulado líder de Segunda RFEF -cuarta categoría estatal- con una victoria de margen respecto a la UE Sant Andreu. Solo uno, el primero, logrará el ascenso directo, el segundo tendrá que conformarse con disputar un play-off. El empate del tercer clasificado, el Atlètic Balears, parece que reduce el número de aspirantes, pero el optimismo aún no acaba de reinar ni en Gràcia ni en Sant Andreu. El último precedente obliga a invocar la prudencia.
El fantasma de Hércules sobrevuela ahora el Nou Sardenya y el Narcís Sala. El equipo alicantino era cuarto el año pasado cuando faltan diez jornadas, con una dinámica bastante irregular, de solo dos victorias en cinco partidos. El Europa, prácticamente toda la temporada entre la primera y la cuarta posición, llegaba al tramo final de liga segundo, muy cerca del Badalona Futur, líder indiscutible durante siete jornadas seguidas. Y el Sant Andreu, alejado del liderazgo prácticamente durante cada jornada, caminaba quinto, pero una buena racha lo elevó a la segunda posición cuando faltaban solo cinco partidos.
La situación para el Europa y el Sant Andreu, y para los equipos catalanes en general, era idónea, pero una racha de cinco victorias seguidas catapultó al Hércules a dos jornadas para el final. Un empate contra el Penya Deportiva (1-1) frenó al Europa y el Badalona Futur, a quien todos daban por ascendido, sumó tres derrotas seguidas al final de temporada. El Sant Andreu acusó la diferencia física -entrenaba un día menos que otros rivales punteros de la categoría- y también perdió puntos por el camino. Resumido y sin tapujos: los de Alicante sorprendieron, voltearon la situación como un calcetín y en pocas jornadas dejaron al fútbol catalán con un palmo de narices. Ningún club catalán -el Lleida también tenía opciones- logró el ascenso.

Una temporada después, con los dos clubes de Barcelona consolidados en la categoría y una nueva propiedad fortaleciendo económicamente el proyecto andreuenc, Europa y Sant Andreu se han ido intercambiando el liderazgo durante buena parte de la temporada. Cuando faltan dos jornadas para acabar la liga, tres equipos barceloneses -hay que sumar el filial del Espanyol- tienen opción de ascenso directo. En todo caso, y a pesar de que Barcelona domina la clasificación, no hay nada decidido. Este año el Atlètic Balears -posiblemente el conjunto con más presupuesto- amenaza con ser un nuevo Hércules. Cuando faltaban diez jornadas, los conjuntos de Gràcia y de Sant Andreu tenían a los baleares a seis y cinco puntos, pero una racha de tres victorias seguidas y un empate en los últimos partidos amenaza el ascenso de los barceloneses.
La calculadora del ascenso
El segundo entrenador del Europa, Alberto Fernández, reconoce que el calendario les es favorable. «En casa somos fuertes», apuntaba tras la última victoria contra el Olot (0-1). Los de Gràcia tienen dos partidos fáciles en el Nou Sardenya, contra dos equipos ya descendidos que no se jugarán nada, y una visita complicada al campo del filial del Eix. Les valen dos victorias y un empate. «El equipo sabe dónde está, debemos ir poco a poco, recuperar piernas y no mirar más allá de los próximos partidos. Lo que pasó el año pasado [con la remontada del Hércules] nos debe ayudar para encarar el tramo final», insistía el míster.
El Sant Andreu lo tiene más complicado. Tiene que ganar los tres partidos y esperar una derrota del Europa. Todo ello con un calendario complicado: visita el campo del Badalona Futur -la temporada pasada líder, ahora en la cola- y se la juega con el Valencia Mestalla y el Andarax, dos valencianos que aún tienen opciones de entrar en los puestos de promoción de ascenso. «Buscamos el máximo, que en nuestro caso es intentar luchar por el campeonato; que si el Europa falla, nosotros estemos ahí encima», insistía el entrenador Xavi Molist el domingo, tras la victoria contra el Terrassa FC (3-1).

¿Qué implicaría un ascenso a la Primera RFEF?
El ascenso de categoría supondría un cambio significativo para Europa y Sant Andreu. Sería la primera vez que los dos clubes de Barcelona llegan al fútbol semiprofesional desde que la Federación cambió el modelo, hace tres años. La Primera RFEF -la tercera categoría estatal actualmente- nació como resultado de agrupar la tercera y cuarta división de antes en tres categorías nuevas: la Tercera RFEF, ahora la quinta categoría; la Segunda RFEF, donde juegan Sant Andreu y Europa; y la mencionada Primera RFEF, el paso previo para acceder al fútbol profesional. Estos cambios buscaban reducir el número de equipos en el fútbol semiprofesional para hacerlo más “atractivo”. Por lo tanto, en el fondo, lograr ahora el ascenso supondría un paso mucho mayor que cuando Sant Andreu y Europa lograron subir a la desaparecida Segunda B, la ‘tercera división’ de antes.
Los cambios saltan a la vista. Ambos clubes tendrían que adaptar sus instalaciones, incorporando nueva iluminación y césped natural en los estadios. Este hecho obligaría a moverse, también, al Ayuntamiento de Barcelona, de quien depende la titularidad de los campos de Sant Andreu y Europa. Según ha podido saber este diario, el concejal de deportes David Escudé intenta presionar a la RFEF para que haga un cambio en la norma y permita a los clubes seguir jugando con césped artificial, una petición que también solicitan en otras localidades. El FC Terrassa, que recientemente se ha enganchado a la lucha por disputar la promoción de ascenso, es el primer club catalán que ha pedido públicamente el cambio de normativa. Preguntado por el ‘Tot Barcelona’, el Ayuntamiento se ha limitado a decir, sin entrar en concreciones, que «efectivamente» está trabajando con la federación «para analizar cómo se podrían adaptar estas instalaciones en el supuesto de que algunos de estos equipos logre un ascenso esta temporada».

En todo caso, los cambios técnicos en los estadios no son las únicas exigencias que supondría el ascenso. La Federación comercializó los derechos televisivos de la Primera RFEF hasta la temporada 2025/26 a la empresa ATM por cinco millones de euros. Este hecho obliga a los seguidores a pagar una plataforma para poder ver todos los partidos y a los clubes a mejorar su plantilla. Sant Andreu y Europa recibirían una aportación económica que se ha demostrado muy desigual -entre los 30.000 y los 100.000 euros según el club- pero a cambio tendrán que aumentar el valor de su plantilla.
Por lo tanto, el ascenso conllevaría una mejora obligada de los jugadores que iría más allá de la exigencia deportiva. Al menos, sobre el papel, porque, en la práctica, la Primera RFEF no ha resultado ser una categoría tan rentable como se esperaba inicialmente y la cantidad económica que reciben algunos clubes por los derechos televisivos es menor de la que se suponía al inicio. La exigencia en la plantilla, pues, también podría ser menor que la que dicta la teoría. Todo son incógnitas que ahora comienzan a aparecer en los despachos del Nou Sardenya, del Narcís Sala y también del Ayuntamiento. Todos pendientes de las últimas tres jornadas de liga y de un hipotético play-off que podría cambiar la historia reciente del fútbol modesto de Barcelona.

