Dicen que esto es el fútbol popular. Dos barrios en rebeldía que quieren mantener una identidad propia. El Narcís Sala ha aceptado con deportividad retrasar una hora más de lo habitual el derbi para que toda Cataluña viera, por Esport3, qué es un Sant Andreu – Europa. El speaker ya lo ha avisado al inicio por megafonía. “Bienvenidos a la 29ª jornada de liga. Hoy nos visita Europa de la Vila de Gràcia, a quien damos la bienvenida al pueblo de Sant Andreu de Palomar”. Este domingo no competían solo el pueblo contra la villa, también había medio ascenso en juego. Europa ha adormecido el templo andreuense en la primera mitad, pero ha sucumbido en la segunda (1-1 al final) y deja la liga como estaba. Los de Gràcia lideran la clasificación cuando faltan solo cinco jornadas para terminar la temporada, con solo un punto de diferencia con el Sant Andreu.

El espectáculo en la primera parte no tuvo nada que ver con la locura del partido de ida en el Nou Sardenya, que al descanso ya había visto ocho goles. En Sant Andreu, con el liderazgo en juego, el partido ha estado más trabado. Muchos balonazos largos, sobre todo, que supo aprovechar Europa para adelantarse en el minuto 27. Jordi Cano ganó la espalda a Sergio Castillo y cruzó el balón ante Nil. El gol espoleó al conjunto de Gràcia, que en la primera parte supo explotar una de las grandes debilidades del Sant Andreu, el espacio a la espalda de los laterales. Europa pudo marcar el segundo dos minutos más tarde, pero el disparo de Neskens, esta vez sí, encontró la respuesta de Nil. 

El Sant Andreu se marchó con desventaja al descanso a pesar de haber tenido una de las ocasiones más claras del partido al cuarto de hora de juego, aún con empate a cero en el marcador. Balón en largo de la defensa, uno más, buscando a la gran estrella andreuense del pasado mercado de invierno, Marcos Mendes, que recorrió 20 metros solo pero se acabó durmiendo en la carrera con Álex Cano. Lo intentó Pau Darbra, a balón parado, y de nuevo Mendes, ya con el Sant Andreu por detrás en el marcador, con un mal disparo que destrozó un gran dribbling digno de categorías superiores. 

Celebración del primer gol. Unos 800 aficionados han viajado desde Gràcia para animar a Europa | Jordi Play

El Narcís Sala despierta en la segunda parte

El Sant Andreu despertó en su parte, empató, y con el empate, el Narcís Sala enloqueció. Una falta de Neeskens a Jurado, necesaria en el minuto 6 para cortar un contraataque, anticipaba lo que fue la reacción cuadribarrada. Sergi Serrano la envió al travesaño y poco después, ahora sí, la joven estrella Marc Jurado aprovechó un buen centro por la banda izquierda para empatar justo cuando el cronómetro superaba el primer cuarto de hora de la segunda mitad. La afición andreuense recordó entonces que era un derbi y remó contra un Europa fuera de combate, solo espoleado por Cano, el de siempre, el único que amenazaba el área andreuense hasta que Adai Benítez lo sustituyó en el minuto 76 de partido.

El Sant Andreu apretó los últimos quince minutos, con más ganas que acierto. El centrocampista Max Marcet la tuvo en el minuto 72, con un disparo seco que no inquietó al portero escapulado. La tuvo con una internada por banda uno de los protagonistas de la previa, Víctor Aliaga, el año pasado una estrella en el Nou Sardenya, ahora defendiendo la cuadribarrada. Y Josu, otro histórico, no logró acertar con un tímido centro por banda izquierda. El Narcís Sala ya era entonces una olla a presión. Faltaba un minuto para el final, una falta en la frontal hizo renacer la ilusión en el Narcís Sala. Habría sido una locura. Josu acarició el balón en una acción con más épica que efectividad: el disparo acabó en la barrera.

La afición del Sant Andreu llenó el Narcís Sala | Jordi Play

La batalla por el ascenso continúa viva

El empate deja todo como estaba: Europa y Sant Andreu vivos de cara al ascenso. Cuando faltan solo cinco jornadas para acabar la temporada, los de Gràcia tienen un punto más que el Sant Andreu, segundo en la clasificación. El resultado del derbi no rompe la igualdad de la categoría. La victoria esta jornada de uno de los equipos más potentes económicamente, el Atlètic Balears, 3-0 contra un débil Alzira, y el buen momento de CE Sabadell, que ha escalado hasta el play-off de ascenso, no permite a los equipos barceloneses –Europa, Sant Andreu, pero también Espanyol B, cuarto en la tabla- confiarse los últimos partidos de la temporada.

El ascenso, sea vía directa, si uno de los equipos barceloneses termina primero, o vía play-off, que lo disputan del segundo al quinto, certificaría el buen momento deportivo de Europa y Sant Andreu. Ambos ascendieron a la Segunda RFEF -cuarta categoría estatal- hace dos años y ambos fueron eliminados en el play-off de ascenso de la temporada pasada. Este año, la dinámica al alza de los dos conjuntos llena de optimismo las gradas del Narcís Sala y del Nou Sardenya, y obliga a las dos directivas a plantear diferentes escenarios a futuro. 

Pau Dabra (Sant Andreu) y Jordi Cano (Europa) conversan tras una falta | Jordi Play

La Federación Española de fútbol obliga a modernizar la iluminación de los campos -para la televisión- y a cambiar el césped artificial por uno natural, un aspecto que obligaría a desplazar a los equipos de la base a otros campos de la zona o de la ciudad, que están saturados. De hecho, el Ayuntamiento ha reconocido en varias ocasiones que faltan equipamientos deportivos en la ciudad para cubrir toda la demanda que hay. El cambio de césped también debería superar obstáculos técnicos importantes, sobre todo en Gràcia, donde el campo de fútbol tiene un aparcamiento y un gimnasio debajo que complican la operación. Pero ninguno de los dos quiere marcharse y el Sant Andreu así lo quiso dejar claro antes del derbi, con una pancarta nada libre a interpretaciones. «No nos marcharemos nunca del Narcís Sala».

La parte positiva, el retorno social. Los dos clubes han sabido explotar al máximo el ascenso de hace dos años y han triplicado el número de socios. En este caso, acercarse al fútbol de élite también implicaría poner en marcha a fondo la maquinaria para compaginar el nuevo contexto con la exigencia de una afición que no quiere perder la esencia que emana del fútbol popular. Todo esto está en juego las cinco jornadas que quedan.

(Arriba) El mural de la afición del Sant Andreu antes del inicio del partido / (Abajo) Los jugadores de Europa celebran el empate con la afición | Jordi Play

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