Las obras para adaptar el campo municipal de Can Dragó a las necesidades del CE Europa, que jugará en el recinto de Nou Barris para cumplir con las exigencias de la RFEF, han obligado al club de atletismo hasta ahora inquilino de las instalaciones a exiliarse. La entidad, que tiene un uso prioritario de la pista, se ha desplazado a la explanada de césped que hay en la piscina de verano de al lado, pero solo hay espacio para los atletas de la escuela y de diversidad funcional. Sin una pista ni las herramientas necesarias, los atletas de tecnificación, aquellos que participan en competiciones estatales, han migrado a otros clubes cercanos, la mayoría a Santa Coloma de Gramenet.
Desde el club asumen que “muy probablemente” saldrán de todo el proceso de obras con “bajas”. “No solo de atletas de tecnificación, hay familias que ya nos han dicho que no estamos en buenas condiciones para entrenar. En el lago [como se llama el espacio de la piscina] hay árboles, troncos; intentamos hacerles ver que no es peligroso, pero hay familias que creen que sí”, admite a este diario Jordi López, miembro de la junta directiva.
En el club temen que, si el exilio del Europa se prolonga varios años, como todo apunta que puede pasar, habrá atletas que optarán por no regresar. «De entrada parece que nos mejorarán la iluminación, que era muy necesario, por una cuestión de sensación de seguridad, y que también nos resolverán el tema de los accesos, porque ahora todo el mundo puede entrar y ha habido robos. Pero los daños colaterales son muy grandes, con el tiempo sabremos si compensa o no», resume López.

La entidad, que a pesar de todo recuerda que siempre ha puesto facilidades para acoger al Europa, sufre las consecuencias del cambio y confía en volver a su campo incluso “antes del día 15 de enero”, cuando terminarán las obras. El césped es lo primero en lo que se está trabajando y espera que, una vez esté el grueso de la obra hecho, puedan volver a usar la pista. “El compromiso es que volvamos con normalidad”, insiste López, “eso significa que podremos usar la pértiga, el salto de altura y que tendremos la pista”.
Este paso es imprescindible para recuperar mínimamente la normalidad del club, que ahora, asume López, “hace lo que puede”. Cuando los chicos de la escuela cumplen 16 o 17 años, los entrenadores les enseñamos todas las disciplinas para ver en cuáles son mejores o se sienten más cómodos. “Ahora no podemos enseñarlas todas, porque no tenemos las condiciones”, resume el directivo.
Acuerdo por un año
La entidad recuerda que el acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona es solo por un año y reclamará una nueva negociación si el Europa prolonga su estancia en Can Dragó. En estos momentos, el equipo de Gràcia va como un tiro en la clasificación de Primera RFEF y sus aficionados, más que temer un descenso, fantasean con un ascenso al fútbol profesional. “Por ahora solo se ha hablado de un año, si se quedan más habrá que volver a hablar”, dice López, que advierte que el club de atletismo no quiere que el campo de Can Dragó se convierta ahora en el refugio de todos los equipos de fútbol de Barcelona que se vean obligados a cumplir nuevos requisitos de la federación.
De hecho, el club está intentando con la federación catalana de atletismo albergar en Can Dragó un campeonato de atletismo este verano, una vez haya terminado la temporada de liga. “Eso tiene que volver a ser una pista de atletismo: eso significa que las gradas, que serán de alquiler, han de desaparecer, y las porterías de fútbol también”, explica López.


