El técnico del primer equipo femenino del Club Esportiu Europa también dio la primera charla en el inicio de los entrenamientos del curso 2023/24. El conjunto escapulado jugará a Primera RFEF, la segunda división del fútbol femenino estatal, todo un reto que el equipo afronta con muchas ganas e ilusión después de los dos ascensos que ha conseguido el equipo, con Joan Bacardit cómo uno de los principales responsables de los grandes éxitos de la entidad. Antes que nada, el entrenador ha querido dar las gracias a la directiva para apostar por el proyecto y por el cambio positivo que ha hecho el equipo femenino «Sabiendo que no es fácil, porque también tenemos otro equipo que está en una categoría muy alta». Así ha querido agradecer Bacardit el trabajo y la apuesta de la directiva por la sección femenina del club.
El claro discurso de Joan Bacardit
Bacardit explica cuál tiene que ser una de las principales fuerzas del equipo esta temporada: el proyecto y la ilusión de jugar en el Europa y las «ganas de comernos el mundo». También cree que «la unión del grupo» servirá para superar momentos complicados, un hecho que pasa porque las jugadoras que ya formaban parte del equipo «acojan» los nuevos fichajes. El entrenador explica que seguramente «vivirán momentos muy duros» y que estar cerca de las posiciones de descenso es llevar». El técnico ha querido adoptar este discurso para hacer ver a las jugadoras que no será una temporada fácil, a pesar de que no se priva de ningún sueño explica que se tiene que ser consciente y que, sin esconder la realidad, el principal objetivo tiene que ser el de la permanencia.
Además, tal como también transmitió el entrenador del masculino, Ignasi Senabre, el técnico ha trasladado a sus jugadoras la señal de identidad de el Europa. Quiere que el conjunto se muestre a Primera RFEF como un equipo que todo el mundo tenga «claro a que juega», «que no especula y que va a buscar el rival», y que con estos ingredientes se podrá conseguir la permanencia. Para lograr este objetivo, el técnico quiere hacer «sufrir» a las jugadoras durante la preparación del curso, porque cuando empiecen los partidos oficiales ya estén preparadas para el que probablemente se encontrarán.