El pueblo contra la villa o el derbi de Barcelona. No importa cómo se llame, el Europa – Sant Andreu se ha convertido en un partido histórico en la ciudad. Es el triunfo del fútbol modesto, que por un día llenará las gradas del Nou Sardenya; miles de socios del club escapulado y 800 desplazados cuadribarrados. Decenas de periodistas acreditados –también internacionales– y semanas de nervios en la villa de Gràcia y en el pueblo de Sant Andreu. Una rivalidad ‘millennial, muy nueva, forjada en internet, con disputas entre aficiones en los antiguos blogs.
La rivalidad ha crecido paralelamente al imponente crecimiento social de los dos clubes. Ambos son capaces de aglutinar miles de personas en sus estadios, cerca de 4.000 en el Nou Sardenya, más de 6.000 cuando el partido se juegue en el Narcís Sala. Hay diversos factores que explican este cambio: el desapego del fútbol-negocio, unos valores que han atrapado a los vecinos y una estrategia comunicativa acertada en ambos casos. Todo esto, sumado a dos grupos de animación que le dan colorido y acercan a los jóvenes al estadio. Los Ekapulats, en el caso del Europa, y los Desperdicis, en el del Sant Andreu, son, en parte, quienes más han alimentado esta rivalidad. En todo caso, la rivalidad es prácticamente nueva, de los últimos años. Antes, Europa y Sant Andreu tenían otros rivales.
El Sants, el gran rival del Europa
Antes, Sant Andreu y Europa tenían otros rivales deportivos. Los historiadores de Gràcia coinciden en señalar al Sants, antiguamente el pueblo de al lado, como el gran rival histórico del club escapulado. El historiador graciense Xavier Vidal sitúa a los sanetencs como el gran rival de los años cincuenta. «Todo comienza con el fichaje del entrenador italiano Mario Anchisi por el Sants. Aquel Sants jugaba de escándalo y el Europa lo fichó al año siguiente. Se llevó cinco o seis jugadores del Sants al Europa, algo que no gustó en Sants. Mi abuelo estuvo en aquellos partidos y me dice que nunca ha vivido algo como aquello. Incluso los jugadores del Europa no se atrevieron a cambiarse en el campo del Sants», explica Vidal en un reportaje del TOT Barcelona.

Fabra y Muntanyesa, los del Sant Andreu
El Nou Sardenya recibirá con hostilidad al Sant Andreu, hace unos años un territorio, si no amigable ni neutral, al menos poco adverso. Hasta hace poco, el Sant Andreu sentía más como rival a la Muntanyesa, el equipo de Nou Barris. Su proximidad era un pequeño caramelo para impulsar una rivalidad deportiva, si bien nunca ha acabado de explotar del todo. El hecho de que ambos clubes hayan tenido caminos deportivos por separado, con un Sant Andreu en alza que ha ido escalando categorías y una Muntanyesa atrapada en tercera división –ahora en Tercera Federación– ha diluido la rivalidad. Un caso similar es el de la Gramanet, el equipo de Santa Coloma de Gramenet, con quien hace tiempo que no coinciden en liga.
En todo caso, los historiadores andreuencs tampoco sitúan a la Muntanyesa o la Grama como el rival histórico del club. Esta etiqueta se la lleva el CD Fabra i Coats, que años más tarde cambió de nombre y finalmente acabó transformándose en el filial del FC Barcelona. Este era el «otro rival» del Sant Andreu, explica el historiador Jordi Petit. «El primer año [después de convertirse en Barça B] aún quedaba un poco de ‘pique’, pero luego el Barça lo llevó al Miniestadi y se acabó todo, nos quedamos sin rival», recuerda el andreuenc.