Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han desmantelado, en una doble operación conjunta, dos puntos de consumo y venta de droga en el barrio del Raval y de la Barceloneta que «generaban molestias vecinales». En el último operativo del cual han informado los agentes, en Ciutat Vella, la policía ha intervenido sustancias y dinero, materiales de manipulación y sistemas de videovigilancia. En el operativo, la policía ha identificado seis personas y ha detenido cuatro más.
La Guardia Urbana ha colgado una imagen del operativo en sus redes sociales y los Mossos han mostrado un vídeo del momento de la detención. Los detenidos han salido por la noche, esposados y escoltados por un agente de cada cuerpo policial. Finalmente, se ha entregado el piso a su propietario.
Segunda intervención en 24 horas
Se trata de la segunda intervención conjunta en 24 horas que se hace en Barcelona. Los Mossos y la Urbana también han intervenido un segundo piso relacionado con la venta de droga, en este caso a la calle Salamanca, en el barrio de la Barceloneta. En este otro operativo, los policías han detenido dos personas. Los agentes, que informaron de las detenciones el miércoles, entraron en el piso el pasado 3 de octubre a las seis de la tarde.
Durante el cacheo, los agentes comisaron dinero en efectivo, hachís, cocaína y unos veinte móviles. Los detenidos tenían en este piso elementos para manipular las drogas. La actividad que se hacía en esta zona, según los apuntes policiales, también generaba molestias «graves» a los vecinos.
Dos intervenciones semanales
El Ayuntamiento advirtió a finales del mandato pasado que la droga se ha convertido un problema, sobre todo en la zona del Raval, y ha pedido a la Generalitat más determinación para acabar con los narcopisos. Sin ir más lejos, en una comparecencia conjunta, Albert Batlle (PSC), teniente de seguridad, Gemma Tarafa y Jordi Rabassa (Comunes), regidores de Salud y de Ciutat Vella el mandato pasado, aseguraron que la convivencia se estaba resintiendo en el Raval. En aquella ocasión, se informó de una o dos intervenciones por semana y se alertaba que el consumo se estaba trasladando de los pisos en la calle.
