Incidente insólito el que se ha vivido esta tarde en las vías del metro de Barcelona. Una veintena de manteros, huyendo de agentes de la Guardia Urbana, han atravesado las vías del metro a la estación de Liceu, unos hechos por los cuales el convoy se ha tenido que parar mientras esto pasaba, tal como ha avanzado la ACN y han confirmado fuentes municipales al TOT Barcelona. Según han confirmado fuentes de TMB a la Agencia Catalana de Noticias, estos hechos no han provocado ninguna demora en el servicio, pero sí que han obligado a que se activara el protocolo de personas en las vías.
Los agentes de la policía municipal de la capital catalana no han bajado en una primera instancia a las vías para evitar producir situaciones de riesgo, más tarde y a requerimiento de TMB, los policías han accedido al andén aprovechando la activación del protocolo.
A tocar de las cuatro de la tarde
Los hechos han pasado cuando faltaban pocos minutos antes de las cuatro de la tarde, cuando unos veinte manteros han accedido al metro por la boca de la estación de Liceo en sentido mar. Entre dos y tres de estos individuos han atravesado las vías de la estación por el túnel del metro, justo en el momento que un convoy de la L3 del metro de Barcelona llegaba a la estación en sentido montaña.
Según relata la ACN el conductor ha hecho sonar la bocina del tren y ha parado los vagones antes de lo habitual para evitar posibles situaciones de riesgo. Ha sido en este momento, y aprovechando la parada del convoy, que el resto de los manteros han atravesado las vías, como habían hecho previamente sus compañeros. La Agencia Catalana de Noticias ha recogido el testigo de personas que han visto el incidente. Estas personas han relatado que los hechos han durado pocos minutos, pero que sí que ha habido angustia por si llegaba otro convoy y atropellaba algunos de los manteros.
Cuando todo parecía que volvía a la normalidad y el convoy seguía en marcha, desde megafonía han avisado que se tenían que desalojar los vagones, puesto que llegaban los vigilantes de seguridad del metro y miembros de la Guardia Urbana. El convoy se ha marchado vacío y los pasajeros han tenido que esperar al siguiente convoy para seguir su trayecto.
