La Guardia Urbana de Barcelona intervino la semana pasada en un presunto caso de robo con violencia que tuvo un desenlace cuanto menos curioso. Los hechos ocurrieron el pasado jueves al mediodía, cuando una patrulla del cuerpo policial de la capital catalana que se encontraba en servicio por el barrio de la Barceloneta de la ciudad vio cómo los adelantaba un hombre circulando en un patinete a gran velocidad por encima de la acera. En ese mismo momento, varios peatones que perseguían al individuo gritaban «ladrón, ladrón», de modo que los efectivos se pusieron en marcha e iniciaron una persecución por las calles de esta zona ubicada en el frente marítimo barcelonés.
Después de unos minutos de huida del conductor del patinete, los agentes lograron finalmente interceptarlo para identificarlo. Fue en ese momento cuando la presunta víctima del robo se acercó a los efectivos y acusó al hombre de haberle dado un tirón para llevarse una cadena de oro que llevaba al cuello. Los efectivos registraron al individuo, pero no encontraron ningún rastro del objeto que había sido presuntamente sustraído.
El hallazgo del médico
Los policías del cuerpo barcelonés detuvieron al hombre y lo llevaron a un centro sanitario de la capital catalana para que un profesional pudiera revisar su estado de salud. La sorpresa fue cuando, durante la revisión médica, la persona encargada de este proceso se dio cuenta de que el individuo tenía algo en la boca. Logró que abriera la boca y dentro encontraron una cadena de oro que encajaba con la descripción que había hecho la víctima sobre el objeto que le había sido sustraído de un tirón.
Gracias a la intervención del médico se pudo resolver completamente el caso, que sin el hallazgo de la cadena de oro habría quedado a medias. El arrestado fue puesto a disposición judicial.

