Un vigilante del metro de Barcelona ha sido condenado a nueve meses de prisión por haber roto la pierna de un viajero que accedió al suburbano sin billete. Los hechos ocurrieron en mayo de 2022 en la estación de Joanic (L4). Además, la sentencia judicial obliga al agresor a pagar 10.700 euros a la víctima.
Aunque en un primer juicio, el vigilante fue absuelto, este se ha repetido y finalmente ha sido condenado. En el primer juicio, el juez consideró que la maniobra que practicó el trabajador del metro al pasajero para reducirlo no la hizo con la intención de hacerle daño.
Usó una fuerza «innecesaria»
La fiscalía pedía nueve meses de prisión, mientras que Irídia, que defiende a la víctima, pedía tres años y medio. Después de un cambio de juez y la repetición del juicio, la sentencia subraya el deber de los vigilantes de seguridad privada de garantizar, y no vulnerar, los derechos de los usuarios, y asegura que el acusado usó una fuerza “innecesaria” y asumió el riesgo de las lesiones que podía causar por la diferencia de complexión física, explicó la agencia ACN.
Los hechos ocurrieron a las seis de la mañana del domingo 8 de mayo de 2022. A esa hora, el hombre posteriormente agredido estaba con dos compañeros de trabajo con los cuales había salido de fiesta en el vestíbulo de la estación de Joanic. Aunque llevaba dos títulos de transporte para viajar, ninguno de ellos funcionó, al contrario de lo que había pasado con sus acompañantes, que ya estaban dentro de la estación con sus propios billetes y esperando a su amigo. El hombre que ya había entrado ofreció a su compañero su propio billete para validar en el torno de acceso. La mujer también le ofreció su billete y entonces la cédula automática sí que accionó la apertura de las puertas. Entonces el viajero devolvió el billete a su acompañante y accedió a la estación.
Instantes después, cuatro vigilantes de seguridad lo instaron a salir de la estación y a comprar otro billete. Como no había trabajadores del metro en la zona, el pasajero accedió a salir fuera y a comprar otro billete. La sentencia declara probado que se inició una “fuerte discusión verbal” entre los vigilantes, sobre todo el acusado, y el usuario. “A pesar de la notable diferencia de complexión física y fuerza entre los dos, y planteándose la posibilidad y aceptando el plausible menoscabo de la integridad física del usuario, de manera innecesaria, repentina y violenta, agarró al usuario y lo tiró al suelo; se colocó encima y lo inmovilizó”, momento que le rompió el peroné a la altura del tobillo derecho, recoge la agencia ACN.
