Tres estaciones del metro de Barcelona aparecieron el jueves por la mañana con el nombre cambiado con letreros de carácter xenófobo, según ha adelantado El Periódico y han confirmado fuentes policiales. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación y revisarán las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad para identificar a los autores. TMB ha informado este viernes que presentará una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por «el acto vandálico con mensaje xenófobos».
TMB presentará hoy mismo ante @Mossos una denuncia por el acto vandálico con mensajes xenófobos que se produjo ayer en tres estaciones de metro. Condenamos los hechos y trabajamos para que no queden impunes.
— TMB (@TMB_Barcelona) February 21, 2025
Los vándalos, de quienes aún no se tiene ninguna pista, han rebautizado la estación de Sagrada Familia de la L5 como “Sagrada Mezquita”, la del Hospital de Bellvitge de la L1 como “Hospital de Carteristas” y la de Baró de Viver de la L1 como “Baró de Rabat”. Los autores de la fechoría han pegado unos letreros de vinilo negro sobre los carteles originales de las paradas con una tipografía muy similar a la que utiliza TMB. Tan pronto como los vigilantes del metro los detectaron, fueron retirados.
Tres estaciones de metro de Barcelona se han levantado este jueves con los letreros vandalizados.
— Alt Right España 𝕏 (@AltRightEspan) February 20, 2025
Las estaciones afectadas fueron las de la Sagrada Familia (L2 y L5), Hospital de Bellvitge y Baró de Viver (L1), que fueron rebautizadas con los nombres de Sagrada Mezquita,… pic.twitter.com/QwP75VnJEK
No hay pistas sobre los motivos detrás de la acción
Los vigilantes detectaron los letreros modificados durante el primer turno, que comienza a las 5.00 de la madrugada, y alertaron a los Mossos d’Esquadra, que se encargaron de recoger las pruebas para iniciar la investigación. Las primeras pesquisas asumen que se trata de una acción xenófoba, ya que en dos de los tres carteles vandalizados se hacen referencias islámicas. Además, junto a los vinilos pegaron adhesivos donde se podía leer “Esto es España”, que se sospecha serían obra de los mismos autores. La policía catalana no tiene constancia de que hubiera más estaciones de metro afectadas e intentan averiguar por qué se eligieron esas tres en concreto, que están muy lejos unas de otras y su elección no sigue un patrón concreto.