Rosa Peral podría enfrentarse a una condena de cuatro años más de prisión por una picaresca con la casa que había compartido con Pedro Rodríguez. El Juzgado de Instrucción Número 5 de Tarragona ha imputado el exagente de la Guardia Urbana de Barcelona y su padre por un posible delito de ocultamiento de bienes que tuvo lugar solo unos días antes de la ratificación de la condena a 25 años de prisión por el asesinato precisamente de Rodríguez, que también era agente del cuerpo policial de la capital catalana.

Según ha avanzado La Vanguardia, Peral habría cedido su domicilio a su padre solo seis días antes de hacerse pública la sentencia, un movimiento que -a parecer del juez- hizo para poder declararse insolvente y así ahorrarse pagar la indemnización correspondiente a la familia de la víctima. En este sentido, hay que recordar que la condena contra la exagente y el también policía barcelonés Albert López determinaba que ambos tenían que pagar de manera conjunta un importe de cerca de 885.000 euros a los familiares de Rodríguez en concepto de indemnización, una cifra que si no podían lograr con ahorros se completaría embargándolos las propiedades que figuraran a su nombre.

Cesión a través de notario denunciada por los familiares de Rodríguez

Con esta oportuna cesión tanto de la casa como del su coche, que se hicieron efectivas a través de la citación de un notario estos seis días antes de la condena, Peral pudo presentarse ante el tribunal como insolvente, liberándose de este modo de la losa económica que le suponía tener que pagar la indemnización interpuesta. Al tener conocimiento de este movimiento de la mujer, la familia de Rodríguez decidió finalmente denunciar el caso en una querella que el juez ha aceptado y que podría suponer una nueva condena de hasta cuatro años de prisión contra Peral, pero también contra su padre como colaborador indispensable en la picaresca.

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