Los Mossos de Esquadra y la Guardia Urbana han detenido, en una operación conjunta, dos personas al distrito de Ciutat Vella como presuntos responsables de una asociación de cannabis ubicada en la calle Regomir que «generaba molestias vecinales e inseguridad en la zona». Durante el operativo, los agentes han intervenido seis kilos de marihuana y 400 gramos de haixix. Los detenidos también tenían un bote de 30.000 euros dentro de este local, dinero que también ha confiscado la policía.
En el momento de la detención, diferentes agentes antidisturbios de los Mossos y la Urbana entraron al local sin grandes problemas. Fuentes policiales han explicado a la ACN que la investigación empieza a partir de las quejas de los mismos vecinos de la zona, que alertaban que el local vendía droga, mayoritariamente a turistas, de forma ilegal. La fiscalía también había hecho una petición para que se investigara el caso.
Problemas con los narcopisos
Las asociaciones de cannabis no son las únicas que generan molestias en Ciutat Vella. De hecho, los principales problemas los generan los narcopisos. En conversación con el TOT Barcelona, los vecinos de una finca de la calle de Valldonzella, que conviven con un piso destinado a la venta y consumo de droga, aseguraban que el goteo de consumidores es constante y que por la noche han llegado a oír peleas y gritos. «Tenemos miedo. Vivimos estresados y no dormimos tranquilos. Nuestros hijos y nietos también tienen miedo y cuando llegan a casa nos piden que bajemos al portal para subir con ellos«, detalla uno de ellos en el reportaje
El Ayuntamiento admitía, a finales del mandato pasado, que la convivencia se estaba resintiendo en el Raval. En aquella ocasión, se informó de una o dos intervenciones por semana y se alertaba que el consumo se estaba trasladando de los pisos en la calle. Es cierto que en Ciutat Vella el volumen de estos pisos ha bajado respecto a otros años, pero todavía hay. Muchos de ellos forman parte de grandes tenedores, que «inhiben» su responsabilidad como propietarios, según el regidor de seguridad, Albert Batlle.