Los vecinos del número 110 de la calle Tamarit llevaban meses sospechando que algo extraño ocurría en los bajos de su edificio. La escalera de este inmueble del barrio de Sant Antoni a menudo olía a marihuana y los inquilinos del establecimiento de dos plantas que tienen a ambos lados del portal nunca salían del local y aparentemente no tenían ningún negocio en marcha. También habían sufrido numerosos cortes de luz parciales desde el verano. Todo esto había llevado a los inquilinos a embarcarse en una especie de caza de brujas para tratar de averiguar qué ocurría en los bajos. Ante las sospechas fundadas de que podría tratarse de una plantación encubierta, habían alertado a los Mossos d’Esquadra en varias ocasiones.
El misterio se ha revelado este martes al mediodía, cuando agentes de los Mossos d’Esquadra han derribado la puerta, descubriendo así una gran plantación de marihuana en este inmenso local de la calle Tamarit. El operativo de la policía catalana ha culminado con la detención de tres personas de origen asiático por su implicación en esta actividad ilícita y por un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Según ha podido saber el TOT Barcelona, el establecimiento -que había sido un antiguo supermercado y tiene una planta en superficie con dos salidas a la calle y un gran sótano- estaba alquilado desde junio de 2024, aparentemente para ubicar una tienda de muebles. En agosto, los vecinos ya habían visto entrar en el interior del local material de construcción y placas de pladur, así como un gran aparato de ventilación.
Un local acondicionado para la actividad ilícita
Las sospechas, sin embargo, se dispararon hace dos meses, después de sufrir varios cortes de luz en la finca y dada la fuerte peste que desprendía el local. Este mismo olor es el que los vecinos se encontraron por toda la escalera este martes tras la intervención de los Mossos. Pocos minutos después de las dos, cuando ya había pasado más de una hora y media desde la entrada en los bajos, la policía catalana sacaba esposados a dos de los detenidos para llevarlos a comisaría. El local había sido completamente acondicionado para poder instalar esta gran plantación interior de marihuana. Se habían tapado algunos de los accesos y precintado puertas para minimizar el olor. También había un espacio que parece que se utilizaba para almacenar material que podían necesitar los responsables. En el interior del local, los agentes encontraron más de un millar de plantas en fase de crecimiento y aparatos para el cultivo de la marihuana, como pantallas de iluminación o ventiladores, entre otros.
En cuanto a la alimentación para poder hacer funcionar las instalaciones, la obtenían a través de engancharse a la red eléctrica general. Esto explica el elevado consumo eléctrico que provocaba los cortes de luz parciales en la finca.
