No respetar los límites de velocidad es peligroso y, además, te puede salir especialmente caro esta semana en Barcelona. La Guardia Urbana ha puesto en marcha estos días una nueva campaña de control de velocidad, que consiste en la colocación de varios radares móviles en diferentes puntos de la capital catalana.

Según la información facilitada por el cuerpo policial barcelonés en una publicación a través de las redes sociales, estos controles de velocidad estarán ubicados en algunos de los puntos negros o críticos de la ciudad, donde o bien se concentran muchos accidentes o bien se ha detectado que los vehículos circulan a más velocidad de la permitida por las autoridades en el tramo en concreto. «Esta semana estamos haciendo una campaña de control de velocidad con objetivo de reducir los siniestros de tráfico y disminuir los resultados lesivos de los implicados. Para lograrlo hemos incrementado los controles en puntos especialmente sensibles», se puede leer en el mensaje hecho público por la Guardia Urbana.


Ofensiva municipal para reducir las infracciones de tráfico

Hay que recordar que Barcelona ha acelerado en los últimos tiempos la lucha contra las infracciones de tráfico, especialmente en los entornos escolares. Los polémicos radares escolares, que reducen la velocidad de los vehículos a 30 kilómetros por hora han sido bastante celebrados por la comunidad educativa, pero a la vez han despertado críticas. De hecho, el ejecutivo de Jaume Collboni flexibilizó los horarios de estos nuevos radares para hacer frente, en parte, a estas críticas. Ahora bien, los radares que más respeto generan en los conductores son los radares de tramo, que calculan la velocidad media entre dos puntos concretos de una calle (o carretera) y obligan, pues, a rebajar la velocidad de forma constante.

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