Los Mossos d’Esquadra han ofrecido un segundo balance del plan Kanpai contra la multirreincidencia en Barcelona, Hospitalet de Llobregat y Badalona. Fuentes de la policía catalana han explicado que el macrodispositivo, que duró 24 horas desde el viernes por la mañana hasta el sábado a primera hora, terminó con 3.552 personas identificadas que acumulan 8.153 antecedentes. Las mismas fuentes reconocen que “no es habitual” que se den este tipo de estadísticas, ya que es complicado extraer conclusiones.
El problema de las cifras brutas es que cuenta igual una persona que nunca ha cometido un delito como una que tenga 90 antecedentes, por lo que los Mossos consideran que es “demasiado pronto” para hacer una valoración más allá del “éxito” del dispositivo, que implicó la coordinación de un millar de agentes de los mismos Mossos, de la Policía Nacional, de la Guardia Urbana de las tres ciudades y de la Policía Portuaria.

Sin datos sobre multirreincidentes detenidos
La policía catalana tampoco sabe precisar cuántos de los 105 detenidos durante el dispositivo son ladrones multirreincidentes, aunque fuentes internas del cuerpo señalan que deberían ser la “mayoría” porque era un dispositivo específico para atrapar a este tipo de delincuentes. Durante una redada en la discoteca M7 Club del Poble-sec (Sants-Montjuïc) durante la noche del viernes al sábado, los Mossos y la Policía Nacional detuvieron a nueve personas, ninguna de las cuales era multirreincidente.
Es una de las pocas operaciones concretas de las que han trascendido datos. Además de los 105 detenidos, el macrodispositivo contra la multirreincidencia en el área de Barcelona, el aeropuerto, el metro y la red de buses terminó con 60 investigados penalmente y 330 denuncias administrativas, según el primer balance que hicieron los Mossos. También se intervinieron 13 patinetes y se recuperó una moto robada.

Saturación del espacio público
El plan Kanpai arrancó el viernes pasado con actuaciones en medio centenar de puntos del área de Barcelona. El jefe de Seguridad Ciudadana de la Región Policial Metropolitana de Barcelona, el intendente Rafa Tello, explicó que el objetivo del macrodispositivo, que se repetirá periódicamente, es “ocupar el espacio público para aumentar la prevención y la reacción en la calle”. A pesar de que los hurtos cayeron un 6,3% en el año 2024 en Barcelona, hasta los 94.517 —la cifra más baja en una década—, la percepción de inseguridad está muy arraigada entre los barceloneses y eso es lo que quiere “revertir” la policía catalana. La idea es hacer “la vida más difícil a los delincuentes” con más presión policial en la calle, una estrategia que se ha demostrado necesaria porque el 80% de las detenciones de multirreincidentes se hace en el momento en que se produce el hurto.
El año pasado se identificaron 452 ladrones multirreincidentes en la capital catalana, casi un centenar menos que en 2023, que cometieron 9.114 delitos, casi 4.000 más que el año anterior. Esto significa que son menos, pero que tienen un historial delictivo más grande. Entre todos, suman 3.598 detenciones. Los cinco más activos acumulan 354 antecedentes y 189 detenciones, es decir, un promedio de 70 antecedentes y 37 detenciones por cabeza.




