Los Mossos d’Esquadra, con la ayuda de la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona, han detenido a nueve personas en la discoteca M7 Club, en el barrio del Poble-sec (Sants-Montjuïc) en el marco del primer dispositivo nocturno del plan Kanpai contra la multirreincidencia que se ha puesto en marcha en la capital catalana y en ciudades del entorno. Según detalla Europa Press, en la primera noche del macrooperativo de saturación en el distrito barcelonés se han detenido a nueve personas, ocho de ellas por delitos contra la salud pública y un portero de discoteca por tenencia de arma prohibida. Ninguno de ellos era un ladrón multirreincidente. Cinco de los detenidos tenían antecedentes por delitos contra la salud pública y han sido trasladados a la comisaría de los Mossos de Les Corts, desde donde pasarán a disposición judicial a lo largo de la mañana. También han denunciado a 85 personas más por tenencia ilícita de drogas.
La policía catalana aún no ha hecho un balance oficial del primer día del macrooperativo contra la multirreincidencia, que ha durado 24 horas y ha implicado el despliegue de más de un millar de agentes de diversas unidades y diferentes cuerpos de seguridad. Al anochecer, los Mossos comunicaron que en las primeras horas del dispositivo se había detenido a una docena de personas, la mayoría por tener requerimientos pendientes en el juzgado y por posesión de droga. Fuentes de los Mossos han explicado a TOT Barcelona que están recopilando los datos del operativo. El viernes se decomisaron varias armas blancas y una pistola de juguete a un joven de 19 años con 12 antecedentes durante una redada en un local del Raval frecuentado por multirreincidentes. También se realizaron numerosos controles a patinetes eléctricos, un medio de transporte habitual entre los ladrones.

Dispositivo contra el ocio nocturno
Uno de los objetivos más importantes del plan Kanpai es vigilar de cerca el ocio nocturno, fuente habitual de peleas, motivo frecuente de quejas vecinales y presa preferida de los ladrones multirreincidentes, que aprovechan cualquier descuido para robar bolsos, teléfonos móviles y carteras. El dispositivo comenzó pasada la medianoche en la comisaría de los Mossos de Sants-Montjuïc con una sesión preparatoria para los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, de la Unidad Regional de Policía Administrativa, la Brigada Móvil (Brimo), el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), la Unidad Canina y agentes Fura, la unidad de los Mossos especializada en hurtos que trabaja siempre de paisano y es responsable de la gran mayoría de detenciones de ladrones. También había agentes de los antidisturbios de la Guardia Urbana, la llamada Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad (UREP), y sanitario del Grupo Orca del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), así como agentes de la Policía Nacional, que son quienes tienen competencias en extranjería.
Hacia las 2.00, agentes del ARRO y de los antidisturbios de la Urbana entraron en el local M7 Club, donde en ese momento había unas 200 personas repartidas en dos plantas que celebraban una sesión especial de música electrónica. Los agentes detuvieron la fiesta, ordenaron a los asistentes que mostraran las manos y evacuaron el local en pequeños grupos para poder identificarlos y registrarlos. En total, identificaron a 230 personas, de las cuales 85 recibieron una denuncia por tenencia de drogas como marihuana, MDMA, éxtasis líquido, cocaína y ketamina. También detuvieron a nueve personas, entre ellas uno de los porteros. La Unidad Canina comprobó que no hubiera más droga en el interior del local y tan pronto como la policía y la Inspección de Trabajo comprobaron que todo estaba en orden y que la licencia era válida, la fiesta pudo continuar.
El encargado del dispositivo, el subjefe del Área Policial Básica de Sants, el subinspector Xavi de Moner, lo calificó de «éxito» absoluto porque hubo una buena coordinación entre todos los cuerpos policiales y servicios implicados y no hubo ningún «descontrol». Desde el viernes a las 9.00 hasta este sábado a las 9.00 se llevó a cabo la primera prueba piloto del plan Kanpai en Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Badalona, aunque el subinspector De Moner advirtió que la previsión es realizar más «periódicamente».