La Guardia Urbana de Barcelona tuvo una madrugada de miércoles complicada en el Eixample. Agentes de paisano del Grupo de Delincuencia Urbana del cuerpo policial detuvieron durante la noche hasta cuatro ladrones reincidentes por robos con fuerza consumados o en grado de tentativa en este distrito de la capital catalana. Los arrestados son cuatro hombres de 32, 37, 43 y 44 años que acumulan entre todos 126 antecedentes, la mayoría por delitos similares. Todas las detenciones se hicieron en el marco de un dispositivo de patrullaje preventivo llevado a cabo en la zona por este grupo especializado del cuerpo, conocidos coloquialmente como ‘furas’.
Según la información facilitada por el cuerpo policial y recogida por la ACN, la primera de estas detenciones se produjo hacia las cuatro y cuarto de la madrugada cuando los agentes que patrullaban de incógnito por la zona detectaron un robo con fuerza en una cafetería de la ronda de Sant Antoni utilizando la tapa de una alcantarilla. Poco después pararon cerca del lugar a una persona que parecía sospechosa y que llevaba a las espaldas tres bolsas de plástico que escondían veintiún ordenadores portátiles. Los efectivos pudieron comprobar que los aparatos pertenecían a una escuela próxima y que el individuo llevaba un juego de llaves del mismo centro y varias herramientas. Los responsables de las instalaciones educativas detectaron entonces que una de las rejas exteriores estaba forzada.
El rastro de sangre y un juego de claves
Mientras tanto, agentes del dispositivo de patrullaje preventivo todavía buscaban a los autores del robo en la cafetería, sospechando que estos se podrían haber hecho daño con la tapa de la alcantarilla, puesto que en el lugar de los hechos había un reguero de sangre. Siguiendo este rastro, los policías toparon con un hombre que se marchaba de forma sospechosa por las calles próximas y que justamente tenía un corte en la mano.
Se da la circunstancia que un rato antes de estos dos robos, los agentes habían detectado dos personas que observaban portales de edificios y que intentaban levantar la persiana de un establecimiento sin éxito. Sí que conseguían, sin embargo, forzar la puerta de acceso de un edificio. Los efectivos los pillaron mientras probaban de forzar una puerta metálica y les encontraron encima las llaves de un edificio de la calle de Viladomat.
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