El Juzgado Penal número 7 de Barcelona ha condenado a 2.560 euros de multa al motorista que en noviembre de 2023 agredió a un taxista que acabaría muriendo. La sentencia, adelantada por La Vanguardia, considera probado que el acusado no pretendía matarlo y que el puñetazo que le propinó no fue la causa de la muerte, sino la caída al suelo posterior. La magistrada María del Pilar Calvo Resel lo ha condenado por homicidio por imprudencia menos grave y lesiones graves, por lo que le impone una pena mínima de multa y una indemnización de 65.000 euros para la familia. La fiscalía y la acusación popular pedían cuatro años de prisión y Élite Taxi ha adelantado que recurrirá contra la sentencia. «Este es el precio por matar a alguien», lamentó el portavoz de la entidad, Tito Álvarez.
El incidente tuvo lugar el 2 de noviembre de 2023. Poco después de las 22.00, un accidente de tráfico en la Travessera de les Corts entre un taxi y una moto terminó en una pelea. Durante la trifulca, el taxista y el motorista se empujaron y, en un momento dado, el conductor de la moto le dio un puñetazo que hizo caer al taxista al suelo. La víctima se dio un golpe muy fuerte en la cabeza que lo dejó inconsciente. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) lo trasladó en estado crítico al Hospital Clínic, donde acabaría muriendo tres días después, el 5 de noviembre. Según el informe del forense, en el momento de la autopsia el hombre presentaba una fractura en el occipital posterior izquierdo de la cabeza que encajaría con el impacto que recibió al golpearse contra el asfalto y avalaría la tesis de una muerte fortuita.

Según los médicos del Hospital Clínic que atendieron al taxista, también tenía fracturas en la parte interna del cráneo compatibles con el rebote de la cabeza tras sufrir lo que se llama una caída por impulso, es decir, causada por un empujón o un tropiezo o, en este caso, por el puñetazo del motorista. El informe descarta que el taxista presentara alguna lesión contundente en la cara que pudiera haber causado fracturas internas.