Una curiosa estrategia para esconder drogas ha salido mal esta mañana en Barcelona. Un hombre ha sido detenido con 1,8 kilos de cocaína mientras intentaba hacer una transacción en la ciudad. Los agentes, de paisano y en medio de una patrulla por la ciudad, se han dado cuenta de la situación al ver dos coches parados en paralelo irregularmente encima de un carril bici. Cuando se han acercado a cuestionar los conductores, y después de un cacheo de uno de los dos vehículos, los Mossos d’Esquadra han encontrado la mencionada cantidad de cocaína escondida dentro de una caja de una conocida marca de cereales.
Además de los estupefacientes, y segundos han informado los mismos Mossos d’Esquadra en sus redes sociales, los agentes se habría decomisado una importante cantidad de dinero en efectivo, en billetes de 50 y 100 euros.
Aumento de las sustancias en Barcelona
La detención se ha producido en el contexto de un aumento del tráfico y consumo de drogas en Barcelona. Al menos, esto se desprende del último estudio de aguas residuales de varias ciudades del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Según el organismo, los restos de cocaína aumentan de manera «persistente» al conjunto del continente. No es Barcelona la ciudad catalana, pero, con mayor concentración de esta sustancia: Tarragona se sitúa, de hecho, como la segunda villa europea con una presencia más elevada de cocaína a las aguas residuales. En la capital catalana, según el informe, se habrían disparado los rastros de ketamina, con una alza interanual del 77%; así como las de MDMA, que serían un 20% superiores a las del 2022. El líder a todos los rankings, pero, es todavía el cannabis, con más de 22 millones de consumidores; si bien la cocaína toma especial fuerza en la Europa occidental y meridional, con el Estado como principal protagonista, junto con Bélgica y los Países Bajos.

