La Guardia Urbana de Barcelona detuvo este lunes a un hombre como presunto autor del robo con violencia de un teléfono móvil en el barrio del Poble-sec. Los hechos tuvieron lugar por la tarde cuando un grupo de agentes que patrullaban por la zona de la calle del Roser oyeron los gritos de una mujer que pedía ayuda.
Según la información facilitada por fuentes municipales consultadas por el TOT Barcelona, los efectivos se acercaron al lugar de donde provenían los gritos y vieron como un hombre huía corriendo con un teléfono móvil en la mano mientras lo perseguía una mujer embarazada. Al presenciar esta escena, los agentes del cuerpo policial barcelonés empezaron a perseguir al individuo hasta poderlo interceptar a la altura de la calle de Salvà del mismo barrio de la capital catalana.
Una vez retenido el hombre, los policías se dirigieron a la mujer embarazada, que les explicó que había sido víctima de una violenta estribada por parte del individuo cuando andaba por la zona llevando el móvil colgado del cuello con un cordel. De hecho, la afectada requirió asistencia médica después de sufrir un ataque de ansiedad por toda la situación y también fue atendida por diversas erosiones en el cuello provocadas por la estribada del ladrón.
Después de hacer todas las comprobaciones pertinentes, los agentes de la Guardia Urbana procedieron a detener el hombre como presunto autor de un robo con fuerza y devolvieron el móvil sustraído a su legítima propietaria.
Dos mujeres agredidas en otro robo
Este pasado fin de semana también se produjo un robo con fuerza que acabó con dos mujeres agredidas. Los hechos tuvieron lugar en una de las calles del barrio de Sant Antoni de la ciudad cuando una patrulla de agentes de la comisaría del cuerpo policial barcelonés del Eixample vieron como dos mujeres se peleaban con un hombre en medio de la calle.
El robo se había producido instantes antes de esta pelea en un establecimiento del barrio de Sant Antoni, cuando una de las dos mujeres agredidas se dio cuenta que el implicado estaba probando de robar el monedero a la otra afectada. Una vez perpetrada el robo, la mujer alertó la víctima del hurto y las dos se encararon con el hombre para conseguir recuperar el objeto sustraído.
