La Guardia Urbana logró detener el pasado lunes 4 de agosto por la tarde a un pirómano que provocó varios incendios en la zona de la rambla de Guipúscoa, en el distrito barcelonés de Sant Martí. Según señala en un comunicado la policía de la ciudad de Barcelona, el hombre «había prendido fuego a varias papeleras y un contenedor». Según relata la policía en este comunicado, su detención fue posible gracias a la colaboración ciudadana y una rápida actuación por parte de los agentes de la Guardia Urbana y se pudieron «evitar más daños». En los últimos años este tipo de delitos han ido aumentando y cada vez son más frecuentes e, incluso, se queman vehículos o zonas boscosas, como ocurrió hace unos meses en el barrio de Vallbona.

Unos ladrones torpes acaban sin botín y detenidos
Para ser ladrón también hay que ser hábil, y no torpe. Esta es la lección que aprendieron tres hombres de 22, 30 y 31 años que asaltaron a un turista y le robaron un reloj de alta gama, sumando 12 detenciones principalmente por delitos contra el patrimonio. Cuando este grupo de personas asaltó al turista, uno de los ladrones perdió en el camino el teléfono donde tenía escondida una tarjeta de crédito de su propiedad. La víctima recogió el teléfono y la colaboración de un vigilante de seguridad que se reunió con los asaltantes y con los Mossos d’Esquadra, hecho que permitió la detención de estos tres asaltantes cuando se concertó un intercambio entre los objetos robados y el teléfono móvil y la tarjeta de crédito del asaltante. Agentes de paisano y de uniforme intervinieron en el momento del intercambio y detuvieron a estas tres personas.