La Guardia Civil ha logrado frenar una de las rutas aéreas más transitadas para introducir droga en Cataluña a través del aeropuerto de El Prat. En los últimos meses, la policía española ha detenido a 31 pasajeros que habían llegado en vuelos procedentes de Tailandia y llevaban marihuana en su equipaje. Según ha explicado la policía española, en total han incautado 866 kilos de marihuana y, de los 31 detenidos, 24 han ingresado en prisión. Es el primer balance del operativo Thaigreen, puesto en marcha por la Guardia Civil a finales de 2024 para intentar cortar de raíz la creciente llegada de viajeros que intentaban introducir marihuana al país por El Prat.
El dispositivo especial se puso en marcha después de que agentes de la Guardia Civil detuvieran en pocas semanas a tres hombres de origen malasio que llevaban marihuana en la maleta. Procedían de Bangkok (Tailandia) y habían hecho escala en Oriente Medio, concretamente en Dubái y Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) y Doha (Catar). Entre los tres llevaban 73 kilos de marihuana distribuidos en diferentes paquetes envasados al vacío. La red utilizaba personas sin antecedentes ni relación aparente entre ellas para llevar la droga escondida entre su equipaje facturado en Tailandia.
Los investigadores consideraron que eran demasiadas coincidencias y empezaron a tirar del hilo. Los patrones que encontraron tanto en el perfil de las mulas como en la ruta que utilizaban, hicieron sospechar que se trataba de una nueva ruta internacional para introducir marihuana en Cataluña. Tras realizar un seguimiento intensivo de los vuelos entre Tailandia y Barcelona, la Guardia Civil logró atrapar a 28 pasajeros más, uno de los cuales llevaba 52,5 kilos en la maleta.
El Prat, un punto de entrada de droga y contrabando
No hace ni tres días que la Guardia Civil informó que a principios de julio había atrapado a un hombre que llevaba 4.000 paquetes de tabaco de contrabando, valorados en 23.000 euros, al llegar a El Prat. Se trata de un joven de 26 años que aterrizó en Barcelona en un vuelo procedente de Banjul (Gambia) con escala en Casablanca (Marruecos). Llevaba cuatro maletas sospechosas y la Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, no le quitó los ojos de encima desde que puso un pie en la Terminal 1. Está acusado de un delito de contrabando, ya que el importe de la mercancía intervenida supera los 15.000 euros.
Según explicó la policía española, el joven, que iba acompañado de la pareja y una hija, recogió las maletas, robó un carrito de niño y fue a los baños para intentar manipular las etiquetas del equipaje para evitar el control de aduanas y dificultar su identificación. Los agentes incautaron 3.910 paquetes de tabaco sin precintos fiscales y el joven tampoco llevaba ninguna documentación que acreditara su procedencia o legalidad. También encontraron 1.000 euros escondidos en el pañal de la niña, que la Guardia Civil atribuye a un error por “desconocimiento legal” de la mujer, que pensaba que le serían intervenidos.
