La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, que se encargan del control de las aduanas aéreas, intervinieron en el aeropuerto de Barcelona durante el mes de febrero 8 paquetes con 472 teléfonos móviles de alta gama que se habían robado anteriormente en varios puntos de Cataluña, el Aragón o Madrid. Concretamente, estos dispositivos iban dirigidos a China, donde habrían acabado desquiciados y vendidos por piezas, y tenían un valor -en conjunto- de 400.000 euros, aproximadamente. Los diferentes agentes de la autoridad española detectaron ocho cajas sospechosas mientras realizaban los controles previos a embarcar el equipaje personal de los pasajeros. En abrirlas, pudieron observar que había centenares de teléfonos móviles diferentes -todos de alta gama-, cosa que ya los hizo sospechar de entrada que se podían tratar de pertenencias hurtadas.
Una vez analizados todos y cada uno de los teléfonos localizados, los agentes pudieron relacionar estos móviles con aparatos que habían desaparecido durante robos en diferentes puntos del Estado español. De hecho, en alguno de estos hurtos los autores habían llegado a usar alguna arma blanca y, incluso, provocar lesiones a las víctimas. En estos momentos, pues, con los teléfonos localizados, los miembros de la autoridad española continúan trabajando para poder ponerse en contacto con los propietarios legítimos de los móviles para devolvérselos.
Investigación en marcha contra un grupo criminal
Según relatan desde el cuerpo policial español que se ocupa de la seguridad del aeropuerto de la capital catalana, todos los teléfonos localizados se enviaban en la Asia a través de un servicio de paquetería. Es decir, que no estaban depositados en el interior de una maleta que fuera propiedad de alguno de los pasajeros que viajaba en avión. A banda, los autores de este envío también habían usado identidades falsas para poner trabas a la policía en la hora de seguir el rastro. Es por este motivo, pues, que la investigación para desmontar este entramado criminal continúa abierta.
