El conflicto que llevó al último tiroteo en el barrio de la Mina el pasado 7 de enero ya estaría resuelto. Así lo considera el departamento de Interior de la Generalitat, dirigido por Núria Parlon, que da por «pacificada» la situación en el vecindario tras el suceso y la reacción de las autoridades. Desde los hechos, los Mossos d’Esquadra reforzaron la vigilancia en las calles afectadas, y el balance del dispositivo deja 591 personas identificadas. En el marco de la Junta Local de Seguridad extraordinaria de Sant Adrià del Besòs dedicada al caso, la misma Parlon ha elogiado las tareas de los agentes, gracias a las cuales se habrían «evitado nuevas réplicas» de los enfrentamientos.
Ahora bien, la resolución del caso aún no es completa, en tanto que dos semanas después del tiroteo los agentes aún no han realizado detenciones en relación al mismo. La vigilancia policial especial por el caso, cabe decir, permanece aún en las calles de Sant Adrià, y la consejera, de hecho, se ha comprometido a su continuidad. Durante su intervención, Parlon ha asegurado que habrá «un refuerzo estructural» de los activos y recursos de la comisaría del distrito de La Mina a partir de las nuevas promociones de los cuerpos de seguridad.

Investigación en curso
Los hechos se produjeron la noche del 7 de enero entre las calles Saturno y Venus del barrio de La Mina, cerca de la estación de Parc del Besòs del Tram. Los enfrentamientos, con varias personas implicadas, dejaron a una mujer herida leve, con un hematoma provocado por el rebote de una bala; pero provocó la huida de los vecinos que quedaban en la zona, ya pasadas las 22:20 de la noche. Ya en el momento, las investigaciones apuntaban a un enfrentamiento entre menores de clanes familiares rivales. La estructura de las familias, aseguraban entonces los agentes, dificultaba cualquier tipo de identificación, dado que los grupos «no se acusan entre ellos» ni denuncian ante las autoridades hechos como este.

