La Guardia Urbana ha interceptado en Collserola una furgoneta cargada con más de 600 kilos de lentisco, una planta típica del Mediterráneo muy habitual en el comercio clandestino. Según explica el Ayuntamiento de Barcelona, la patrulla encargada de vigilar la zona y de prevenir delitos medioambientales detuvo la furgoneta, que llevaba el maletero lleno -con los cristales tapados con cartón- y un anexo atado al techo del vehículo. La policía ha multado al conductor, que ya había sido sancionado anteriormente por contrabando de plantas, en vigor de la ordenanza de Medio Ambiente de Barcelona. Los 600 kilos de lentisco interceptados se han trasladado a un punto verde.
El lentisco está muy presente en Collserola y otros bosques de clima mediterráneo y tiene una relevancia ecológica muy importante, recuerda el comunicado de la Guardia Urbana. De ahí el problema de que se retire de su medio natural. A pesar de esta importancia, el comercio ilegal de lentisco ha proliferado y es habitual que los contrabandistas lo recojan de forma masiva con fines lucrativos. El lentisco tiene un alto valor decorativo y se utiliza en actos funerarios. Su tráfico ilegal lleva tiempo creciendo por toda Europa. Según han explicado los Mossos en otras ocasiones, los traficantes suelen aprovecharse de personas con pocos recursos para que arranquen los bosques y carguen furgonetas.

Una práctica ilegal cada vez más extendida
En Barcelona, también, en abril de este mismo año la Urbana interceptó a cuatro personas que llevaban encima 1.000 haces de lentisco. Se multó a los individuos y las plantas se destruyeron. La ley 43/2003 obliga a tener la autorización del propietario del bosque para el aprovechamiento de los recursos forestales. Es prácticamente el único elemento de protección que tiene ahora mismo el lentisco. Esta práctica también se ha extendido al Penedès, el Empordà y otras zonas boscosas del litoral catalán.

