La red del metro de Barcelona ha vuelto a sufrir este fin de semana un macroataque vandálico. Unos setenta grafiteros colapsaron este domingo de madrugada dos líneas del servicio de la capital catalana para poder pintar convoyes de manera coordinada, una acción que provocó importantes retenciones y que solo ha permitido hasta ahora la identificación de uno de los implicados.
Según la información facilitada por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) en un comunicado, los hechos tuvieron lugar pocos minutos antes de la una de la madrugada, cuando cerca de unas setenta personas accedieron al subsuelo de la ciudad a través de la estación de Jaume I, algunos de ellos validando y otros saltando las vallas, con el objetivo de pintar algunos de los vagones que circulaban en aquellos momentos por la red.
Los implicados han subido a uno de los trenes de la línea L4 y han circulado hasta la estación de Passeig de Gràcia. Por el camino han vandalizado el interior del convoy y una vez en su parada de destino han pintado la parte exterior del tren desde las vías, obligando a parar la L4 del metro, que ha dado un servicio parcial durante unos 10 minutos aproximadamente, sin funcionamiento entre las paradas de Barceloneta y Verdaguer.
Cambio de línea y una identificación
Posteriormente, los vándalos han accedido a la L2 del metro en la estación de Passeig de Gràcia, donde han vandalizado un segundo tren y han obligado a hacer también un servicio parcial de la línea, que se ha quedado 10 minutos sin funcionamiento entre las paradas de Universitat y Sagrada Família. En total, el ataque se ha saldado con dos trenes pintados y varios desperfectos en las dos estaciones afectadas. La intervención de los vigilantes de seguridad de metro ha permitido la identificación de uno de los autores del ataque. Además, se ha registrado un incidente con una pasajera en Passeig de Gràcia, que ha recriminado a los vándalos su actuación, sin que la pasajera en cuestión haya resultado agredida.
