Un irlandés, un suizo y un italiano. Parece el planteamiento de un chiste, pero se trata de los perpetradores de una estafa millonaria que tuvo como escenario dos restaurantes barceloneses. Según ha destapado el periodista Guillem Sánchez en
Todo empezó con una traición entre amigos. Uno de los estafadores se aprovechó de su amistad con la víctima, gemólogo de profesión, para proponerle, junto con otro socio, un negocio aparentemente redondo. El plan consistía en vender cinco relojes de lujo y tres diamantes a un hombre rico que tenía ganas de una adquisición tan golosa como esta.
Los cuatro se reunieron por primera vez el 5 de septiembre de 2019 en el restaurante Cachitos de la avenida Diagonal. Allí, acabaron de cerrar el pacto y el precio final de la compra: 1,25 millones de euros. Teniendo en cuenta la cantidad que había pagado el gemólogo por el botín, el margen de beneficio era de 152.000 euros, que se repartirían con los otros dos socios. Finalmente, acordaron volverse a ver el día 14 para hacer la transacción.
Dicho y hecho. El día 14, la víctima llegó a Barcelona con las maletas bien cargadas. Comió con los tres estafadores en el restaurante El Glop de la calle Casp y, después, entregó el botín, a la espera de recibir el dinero. El hombre no estuvo presente durante el recuento de billetes, pero le enseñaron la máquina que sirve para contarlos, que marcaba la cifra adecuada. Así, se fue del restaurante satisfecho: tenía el dinero. El jarro de agua fría fue llegar al hotel y darse cuenta de que eran billetes falsos.
Pendientes del juicio por estafa
Los Mossos d’Esquadra consideran que la víctima sufrió un tipo de estafa denominado
