El taxista de 53 años que murió tras ser agredido por un motorista el 2 de noviembre de 2023 en la Travessera de les Corts de Barcelona falleció por un golpe en la cabeza contra el suelo y no por el puñetazo que le propinó el acusado. Así lo explicó la doctora que realizó el informe de la autopsia y que durante el juicio celebrado este jueves en la Ciutat de Justícia de Barcelona aseguró que «la causa de la muerte fue una hemorragia cerebral por una fractura en la zona occipital de la cabeza» y que era compatible con la caída. Las fracturas restantes están referenciadas en el informe médico elaborado en el Hospital Clínic, donde la víctima falleció tres días después de la agresión.
Estas últimas, detalló la forense, son «fracturas por contragolpe», es decir, producidas por el rebote de la cabeza tras una caída con impulso, como un tropezón o un empujón, pero no por un golpe contundente, porque externamente el paciente debería presentar una lesión muy importante y, por el contrario, no tenía hematomas. La muerte se produjo, según la doctora, por la fractura del occipital, “compatible con la caída del cuerpo desde su altura”.
El acusado, que se mostró visiblemente afectado durante todo el juicio, especialmente en el momento en que se describieron las lesiones que presentaba la víctima, aseguró que «en ningún momento» tuvo la intención de agredirlo o derribarlo de un golpe. La fiscalía y la acusación particular, que ejerce Élite Taxi, piden cuatro años de prisión para el motorista por un delito de homicidio por imprudencia grave y que indemnice a los familiares del difunto con una cantidad que oscila entre los 11.900 euros y los 17.800 euros, mientras que su defensa solicita la absolución o alternativamente que se le condene por un delito leve de lesiones o un homicidio por imprudencia leve o menos grave.

El motorista relata insultos por parte del taxista
El motorista detalló que aquel día estaba trabajando como repartidor a domicilio con su pareja y que cuando se desplazaban en moto, a la altura de Travessera de les Corts, el semáforo se puso en rojo y un taxista comenzó a acercarse gritando «avanza, avanza» e intentó sobrepasarlos, acercando tanto el vehículo que lo deslumbraba con las luces. Entonces, según su relato, decidió bajar de la moto para acercarse a la ventanilla del taxi y preguntarle qué le pasaba, pero no con intención de agredirlo. El taxista, siempre según la declaración del motorista, respondió insultándolo y diciéndole que se fuera a su país, y el motorista le replicó que él tampoco estaba en el suyo. Un relato que corroboró la chica, que iba de pasajera en la moto, y que narró que el taxista les gritó «groserías» y que su novio bajó para preguntarle el motivo, saliendo del vehículo y acorralándolo.
El motorista asegura que ya estaba retrocediendo cuando el taxista bajó del vehículo y, como no podía alcanzarlo, le tumbó la moto, quedándose en shock al tratarse de su herramienta de trabajo, y que posteriormente el taxista lo empujó contra unos contenedores, donde lo golpeó en el cuerpo, y que de allí lo sacudió hasta un coche, haciéndole saltar la visera del casco de un golpe. El acusado ha asegurado que para quitárselo de encima lo empujó con la mano abierta, aunque sin poder precisar si de forma suave o no, pero se ha mantenido firme en que no lo golpeó con el puño y que no sabe dónde lo golpeó porque, como llevaba un casco integral, no tenía visión: «Manoteé». A continuación, la víctima se desplomó sobre la calzada y comenzó a expulsar «bastante sangre» por la cabeza, a convulsionar y a respirar con dificultad, y aunque el motorista asegura que le levantó la pierna derecha, como le indicó un policía fuera de servicio que pasaba por allí, no reaccionaba.
El testimonio de un taxista: estaban «sacudiéndose»
La escena entre el taxista y el motorista la presenció parcialmente otro taxista, que giró la calle justo antes de que el acusado presuntamente golpeara a la víctima en la cabeza, y ha descrito que tanto el motorista como su novia y el posteriormente fallecido estaban «sacudiéndose». El testigo ha dicho que en cuestión de segundos el motorista le propinó un puñetazo y que el compañero cayó desplomado sobre la calzada, unos hechos que quedaron registrados por una cámara que llevaba instalada en el interior del taxi y que entregó a los Mossos, unas imágenes que se han reproducido durante el juicio.

Por otro lado, un vecino de Travessera de les Corts ha corroborado que el origen de la agresión fue una discusión de tráfico, que ambos se agarraron mutuamente y se lanzaron golpes hasta que el taxista «cayó de bruces». También han declarado los agentes de Mossos d’Esquadra que acudieron al lugar de los hechos y que han confirmado que todos los testigos explicaron que el procesado había dado un puñetazo al taxista tras una discusión, pero que estuvo en el lugar sin intentar marcharse y colaboró en lo que le fue requerido. Finalmente, los sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques han recordado que primero fue una ambulancia básica y después se desplazó una segunda hasta el lugar porque el paciente presentaba lesiones graves en la parte posterior del cráneo y que había una «necesidad vital».