Los Mossos d’Esquadra han logrado cerrar prácticamente sin querer un caso de asesinato que había tenido lugar a finales de noviembre en Francia. Los hechos se remontan al pasado 30 de noviembre, cuando se produjo un homicidio en la localidad de Clermont-Ferrand. Las autoridades francesas abrieron una investigación tras localizar el cuerpo sin vida de un hombre de 37 años en el interior de un domicilio de la capital del departamento de Puy-de-Dome. Todos los indicios apuntaban a una muerte violenta por arma de fuego.
Las investigaciones policiales lograron entonces identificar a un hombre de 33 años como presunto autor del crimen, que estaría relacionado con una red dedicada al tráfico de drogas. A pesar de saber quién era el principal sospechoso de los hechos, las autoridades francesas no habían podido localizarlo hasta ahora, ya que el individuo después del crimen huyó del lugar y su paradero era desconocido. Ante las dificultades para atraparlo, conscientes de que podría haber escapado a otro país para evitar ser localizado, la justicia francesa emitió una orden europea de detención.
Una pelea con protagonista sorpresa
Es aquí donde entran en juego los Mossos d’Esquadra. Los efectivos de la policía catalana fueron requeridos el pasado 12 de diciembre para dirigirse a la calle dels Tiradors, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, por un incidente relacionado con una presunta pelea en la calle. Al llegar al lugar de los hechos, los agentes identificaron a un individuo que estaría implicado en esta trifulca en la vía pública, lo arrestaron y lo llevaron a dependencias policiales. Una vez en comisaría, la policía confirmó su identidad y comprobó la vigencia de la orden de detención que pesaba sobre él por este crimen en la localidad de Clermont-Ferrand. Su participación en la pelea en la calle había revelado su escondite en la capital catalana. El detenido pasó a disposición de la Audiencia Nacional ayer sábado 14 de diciembre para que esta se pronuncie sobre su extradición.
